Textos de su Per San Lluch, el grupo Assaig y la compañía Crit cruzaron como una trenza simbólica las causas a las que Josep Lluís Sirera, fallecido el pasado martes, entregó su vida: teatro y universidad. Una breve ceremonia civil transformó el Tanatorio Municipal de Valencia en un gran teatro con el patio de butacas lleno. Rodolf, su hermano, encabezaba un último homenaje en el que estuvo presente el President de la Generalitat, Ximo Puig. En Elche el Ayuntamiento y el mundo del Misteri lamentaron la pérdida del catedrático de la Universidad de Valencia, que estuvo muy vinculado a la ciudad.