La iglesia de San Juan Bautista fue anoche el punto de inicio para la procesión de la Inmaculada Concepción, que se recuperó el año pasado después de varias décadas sin celebrarse y que este año se ha afianzado. El recorrido por el barrio de El Raval con un trono de 1914 con ruedas recién restaurado culminó con una misa. La junta gestora de la Hermandad de la Inmaculada se encargó de la organización y contó con la participación de una banda de dolçaina y tabalet, la banda de Cornetas y Tambores de San Antón y la Camerata de la Merced a la llegada de nuevo a la parroquia. También las partidas rurales de La Hoya y Daimés tenían ayer previstos sus propios actos festivos para celebrar el día de La Purísima.