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Brotes verdes en el Palmeral

El vivero de datileras del Ayuntamiento se pone a disposición de los particulares para repoblar el municipio

Brotes verdes en el Palmeral

Asegurar la supervivencia del Palmeral depende tanto de conseguir perder el menor número de palmeras posibles como de potenciar que se planten nuevos ejemplares. Con eso en mente, el Ayuntamiento ofrece a todos los particulares palmeras de pequeño tamaño y de forma gratuita, siempre y cuando quienes se hagan con ellas se comprometan a plantarlas dentro del término municipal, a cuidarlas, regarlas y tratarlas contra las plagas. El concejal de Medio Ambiente, Antonio García, reconoce que es un servicio poco conocido por los ciudadanos ya que no se reciben demasiados pedidos, aunque sostiene que en contra de lo que algunos creen no es necesario haber perdido palmeras por culpa del picudo para pedir al Ayuntamiento que suministre nuevos ejemplares.

Para ello, el Consistorio dispone de 40.000 palmeras de diversos tamaños -desde el brote a partir del dátil hasta un pequeño porte- en el huerto municipal de Parques y Jardines y de otros 14.500 en un vivero fitosanitariamente seguro (aislado de plagas). Los técnicos de la Concejalía sostienen que no se puede saber qué ejemplares son machos o hembras o dan mejores dátiles, y que se generan a partir de las semillas que recogen los palmereros en otros ejemplares del Ayuntamiento. Ese vivero que el edil de Medio Ambiente pone a disposición de los ciudadanos animando a solicitar ejemplares sirve también, y en la mayoría de los casos, al propio servicio de jardinería municipal, puesto que es de allí de donde salen las nuevas palmeras datileras que se plantan en plazas, jardines, rotondas o huertos municipales.

El concejal añade que los propios operarios municipales realizan un seguimiento de las palmeras que se ceden para evitar que se empleen para ser vendidas, si bien la supervisión resulta por falta de medios difícil de realizar de forma estricta. «Sin ser la solución a la lucha contra el picudo», mantiene, resulta fundamental que el Palmeral se siga nutriendo de nuevos ejemplares para asegurar su supervivencia (de forma coordinada con la nueva estrategia de lucha contra el picudo rojo y la paysandisia, que pasa por destinar los fondos a prevención y recuperación de palmeras afectadas sin recurrir directamente a la tala y la destrucción, excepto en los casos en los que la palmera esté muy afectada).

Destrucción

Y es que en los últimos años la destrucción de palmeras ha llegado a ser de en torno a 50.000 en un solo año. En concreto, en 2010 se talaron 1.662, pero al año siguiente fueron ya 14.738, una cifra que siguió aumentando y que en 2012 se situó en 19.104 palmeras taladas en el municipio. Los siguientes años fueron los más drásticos, puesto que en 2013 se destruyeron 52.679 ejemplares y en 2014 fueron 49.257. El equipo de gobierno ha variado ahora la estrategia, aunque en el primer semestre de 2015 fueron 27.816 las palmeras destruidas, y eso teniendo en cuenta que las cifras se limitan a las que se han perdido por picudo rojo.

En la inmensa mayoría de casos las palmeras datileras han sido retiradas fuera del perímetro del Palmeral histórico, por lo que repoblar la zona de campo y pedanías (también más allá del perímetro de seguridad de cinco kilómetros en torno al casco urbano) se considera una prioridad para garantizar la supervivencia del Patrimonio de la Humanidad.

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