El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Elche afirmó ayer que será la Conselleria de Cultura la que tenga, en cualquier caso, la última palabra sobre la protección del entorno del Mercado Central. Esto implica directamente a los baños árabes e indirectamente al nuevo edificio de abastos que se pretende levantar a escasos metros de los restos arqueológicos.

El concejal de Aperturas y Mercados, Carlos Sánchez, así lo manifestó ayer, al tiempo que añadió que la actuación que el PP, durante el anterior mandato, auspició -adjudicó tras concurso público una obra que prevé tirar abajo el actual inmueble y levantar uno nuevo, además de generar un parking subterráneo de casi 300 plazas-, «es una actuación muy agresiva en la zona patrimonial».

El caso es que el tripartito se ha encontrado -entró por Registro el pasado martes, según indican desde el equipo de gobierno- con un informe de la Dirección General de Patrimonio en el cual se indica que los baños árabes del Mercado Central forman parte del Bien de Interés Cultural (BIC) del Conjunto Histórico de Elche y que, como tal, dichos restos están protegidos.

Pero además de este informe, el tripartito (PSOE, Compromís e Ilicitanos por Elche) se ha encontrado con un segundo informe, en este caso elaborado por un técnico municipal, del que tampoco sabía su existencia. Fuentes municipales señalaron incluso que desconocían ayer si fue encargado o elaborado durante la etapa del anterior equipo de gobierno del PP.

Lo que sí ha trascendido es que el informe municipal, elaborado para responder a un colectivo ciudadano sobre el proyecto de construcción del Mercado Central, presenta fecha de 2 de octubre

Lo cierto es que el ejecutivo local anunció ayer que un grupo de técnicos municipales y parte del equipo de gobierno se reunirá para analizar el alcance y las consecuencias del informe remitido desde la Dirección General de Patrimonio. «Lo veremos bien, técnica y políticamente», agregó Carlos Sánchez.

Colegio de Abogados

Por su parte, el grupo municipal del PP recordaba ayer que en la zona protegida del casco histórico cuenta con una protección especial, pero que ello no impide llevar a cabo obras cumpliendo con las condiciones que dicta la Conselleria de Cultura. Y como ejemplo puso el nuevo Colegio de Abogados, «a apenas tres metros de la basílica de Santa María, donde también se hicieron catas arqueológicas y con aparcamiento subterráneo», según recordó el edil Vicente Granero.

Junto a éste recordó que también se ha acometido la obra del nuevo Ayuntamiento o la de Pimesa y las cinco plantas de aparcamiento junto a Traspalacio.

«Esto no significa que no pueda haber obras compatibles con la máxima protección de los restos», añadió Granero, quien quiso recordar que cuando se pusieron al descubierto los baños árabes junto al Mercado, el equipo de gobierno del PP lo primero que dijo es que éstos iban a tener la máxima protección.

Con respecto a que se pueda proteger el actual Mercado Central, Vicente Granero se mostró escéptico ya que, según dijo, en 32 años nadie lo había solicitado sobre un inmueble con una cubierta de uralita.

Por otra parte, con respecto a la recuperación del hotel de Arenales, el PP dijo ayer que se consiguió gracias a la «tenacidad» de Mercedes Alonso. «Este proyecto es absolutamente del PP», dijo Granero, quien aseguró que cuando su partido llegó al Ayuntamiento, los propietarios del hotel estaban a punto de llevar ante los tribunales al Consistorio y a Costas por actuar en contra de sentencias favorables para los dueños del complejo hotelero.