Una mochila con algo de agua, comida, un abrigo para el frío unas botas para caminar y un traje de luces. Así partió ayer Curro Matola en dirección a Madrid. Su próximo destino está en la plaza de toros de Las Ventas, un lugar al que desea volver para recuperar su vocación de diestro. No le importan los kilómetros, ni las bajas temperaturas, ni dormir en la calle, el torero ilicitano comenzó ayer su aventura a pie para recuperar aquella profesión que le permitió compartir cartel en Elche con figuras de la talla de El Cordobés o El Litri.

«Yo nací torero y eso es lo único que sé hacer, mi vida pasa sin oportunidades ni sentido y he optado por cambiarla», apuntó. Así, con 42 años y siete de ellos alejado de los ruedos, Curro Matola quiere que su nombre vuelva a sonar y reencontrarse como persona.

«Quiero pedir mi vuelta a los ruedos, que me concedan la confirmación de mi alternativa, un derecho que tiene todo torero», apuntaba ayer en pleno camino hacia Madrid.

De esta manera, el ilicitano, que reconoce haber toreado en distintas plazas de España, pretende llegar a Las Ventas en menos de siete días. «En Madrid corté una oreja y allí quiero volver, me lo deben», señaló. Con esta fuerza, Curro Matola quiere reaparecer en el mundo taurino, tras desaparecer de las plazas y llegar a quedarse sin trabajo. «Nunca me retiré, me aparté de los toros, es un mundo muy difícil, no hicieron las cosas bien conmigo, llevaron mi carrera muy mal y terminaron por aburrirme», lamentó.

Con esta pretensión, el diestro luchará contra la soledad de un largo camino y contra las adversidades del tiempo con el objetivo de llamar a una puerta grande, que sólo está en la capital.