Elche volvió a mostrar ayer su repulsa a la violencia de género con el deporte como herramienta de denuncia: cerca de mil personas participaron en la cuarta edición de la carrera solidaria «Mil caminos, una meta» por diversas partidas del municipio.

La ruta discurrió por pleno Camp d'Elx, con inicio en el centro social de Derramador y por Daimés entre caminos plagados de granados, naranjos y palmeras.

Desde atletas dispuestos a competir, con una prueba cronometrada de diez kilómetros, hasta una caminata de cinco para el resto hasta agotar el límite de inscripciones.

La organización, la Asociación de Mujeres Vecinales, también diseño un trayecto infantil, en el que tomaron parte 98 niños y niñas, con el objetivo de mentalizar desde temprana edad de la gravedad de una lacra que ha dejado sin vida a 50 mujeres en lo que va de año en España y que en la mayoría de los casos también afecta directamente a los más pequeños.

Además del mensaje masivo, la recaudación de la marcha estará destinada al desarrollo de talleres contra la violencia de género en los institutos y a servicios orientados a ofrecer ayuda a las víctimas.

Una vez alcanzada la línea de meta por todos los participantes se procedió a la entrega de premios en manos del alcalde de Elche, Carlos González; junto al concejal de Participación, Felip Sánchez; y al de Aperturas, Carlos Sánchez. El primer edil lució indumentaria deportiva durante el acto, ya que previamente había sido uno de los involucrados en la prueba, y repartió los galardones entre compañeros de ruta.

Manifiesto

La Asociación de Mujeres Vecinales de Elche agradeció la respuesta de los ilicitanos e ilicitanos que se sensibilizaron en la mañana del domingo contra los malos tratos con la lectura de un manifiesto.

«Habéis manifestado valores como la solidaridad y el compromiso acompañándonos en este largo camino contra la violencia de género», proclamaron asegurando que continuarán persistiendo en una lucha por la que «todos y todas estamos obligados a modificar nuestro comportamiento, nuestras actitudes ante los agresores y sobre todo debemos adquirir como colectivo el compromiso real de no permitir ni silenciar la violencia contra las mujeres», apuntaron.

Del mismo modo, desde la agrupación se incidió en que seguirán en acción «denunciando las agresiones, siendo el ejemplo de próximas generaciones y exigiendo un compromiso real, efectivo y riguroso a las Administraciones».