Fin de fiesta al año jubilar de la basílica de Santa María. Una procesión de la Virgen de la Asunción por el centro de Elche puso el broche ayer a los actos conmemorativos por el 750 aniversario del templo acompañada por un amplio grupo de fieles a los que el viento y el encapotado cielo no amedrentaron.

El repicar de las campanas y el estruendo de una traca anunciaron la salida de una romería que coincidió con una boda. Las calles vivieron una lluvia de aleluyas y pétalos de flores para la ocasión, que evocó al Domingo de Resurreción, y los balcones estuvieron adecuadamente engalanados al paso de una figura portada en andas por voluntarios y representantes de entidades festeras de la ciudad, cofradías y hermandades de la Semana Santa, la Venida de la Virgen y del Patronato del Misteri d'Elx.

A lo largo del recorrido, la imagen de la Mare de Dèu también recibió una ofrenda sonora en las voces de varios coros de la localidad. Una vez finalizado el recorrido, la Virgen de la Asunción retornó a la basílica de Santa María y quedó posada en el altar mayor bajo un dosel especial diseñado por Pedro Ibarra.

Una vez allí, se llevó a cabo una misa solemne ordenada por el obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, quien procedió a apagar el candil encendido desde la inauguración del año jubilar.

La Escolanía del Misteri d'Elx también participó en el acto con el canto de «Te Deum», uno de los primeros himnos cristianos escuchado tradicionalmente en acción de gracias y que en latín significa «A ti, Dios».

Así llegó a su fin el programa de actos diseñado por el 750 aniversario de la consagración del primer templo cristiano en Elche, en el que se han desarrollado exposiciones, conciertos, charlas e incluso una colecta para la construcción de una ermita en la localidad peruana de Chimbote.