El Ayuntamiento de Elche carece desde hace siete años de un completo mapa de la contaminación ambiental que se registra en el municipio.
El actual equipo de gobierno ya ha indicado que quiere volver tener una «foto fija» de la situación, aunque no sabe aún cuándo podrá encargar un estudio amplio en este sentido.
El último informe al respecto lo elaboró la Universidad Miguel Hernández. Desde principios de 2007 y hasta diciembre de 2008 se midieron los niveles de dióxido de nitrógeno una vez al mes, con lo que los investigadores dispusieron de datos de doce mediciones distintas por año en un centenar de puntos seleccionados y distribuidos por todo el casco urbano.
Los responsables municipales recibían entonces cada seis meses un informe sobre el estado de la ciudad en este sentido. A partir de 2009 este trabajo se dejó de hacer ante los recortes por la crisis económica principalmente.
El actual concejal de Medio Ambiente, Antonio García, asegura que sí hay intención por parte del Ayuntamiento de volver a contar con al menos una «foto fija» del estado de la contaminación en el municipio, un estudio que requiere su tiempo y sobre todo un desembolso económico, por lo cual todavía no se ha puesto fecha.
Desde el Consistorio se indica que actualmente existe un único punto de medición, en la calle Puente Ortices, mientras que la Conselleria de Medio Ambiente y Agricultura dispone de dos, en el Parque de Bomberos y en el parque agroalimentario de La Alcudia, ninguno de ellos en el centro de la ciudad.
«Nos gustaría tener una red de medición con puntos fijos», expresa Antonio García, al tiempo que asegura que habitualmente la «salud» ambiental en la ciudad, la calidad del aire en definitiva, es muy buena por lo general en Elche.muy buena
En todo caso, reconoce que existen al menos tres puntos en la ciudad donde la contaminación a causa del tráfico es mayor. Estos puntos serían precisamente el cruce de la calle Puente Ortices con el vial de Corredora, así como las intersecciones de Jorge Juan y avenida de Novelda con la avenida de la Libertad, es decir, zonas que soportan un intenso volumen de tráfico rodado habitualmente.
El hecho de que Elche cuente, a priori, con una atmósfera bastante oxigenada, hace que el encargo de este estudio específico no sea por tanto una urgencia.
Cabe recordar que ahora transitan por la ciudad menos vehículos que hace siete años. El ejercicio 2008 fue el año en el que se tocó techo en cuanto al conjunto del parque móvil del municipio, de manera que estaban dados de alta un total de 148.966 vehículos.
Según los últimos datos de 2014, dados a conocer en octubre por la Dirección General de Tráfico, Elche cuenta con 142.484 vehículos, es decir, un 4,3% menos y, por tanto, menos unidades que realicen emisiones contaminantes.
En el último estudio realizado por la Universidad Miguel Hernández a partir de las mediciones de 2007 y 2008 se indicaba que los puntos negros de la ciudad se concentraban en algunos tramos de las avenidas Vicente Blasco Ibáñez y Alicante y en la calle Pedro Juan Perpiñán. En Blasco Ibáñez, por ejemplo, el promedio diario de coches puede llegar a ser de aproximadamente 16.000.
En estas zonas se llegaron a registrar niveles por encima de los 45 microgramos por metro cúbico, mientras que lo que recomendable es no superar la cifra de 40. No obstante, estas muestras representaban el acumulado de toda una semana y no de un único día, es decir, nada que ver ni de lejos con lo acontecido en Madrid a finales de la semana pasada.
En cualquier caso, la cercanía del mar y su brisa, así como el cauce del río Vinalopó, contribuyen a que los contaminantes se puedan dispersar, al tiempo que se resaltaba que la parte Este de la ciudad estaba más «limpia» que la Oeste por el mayor número de zonas verdes.
