«No pedimos que nos hagan la Castellana, pero sí un poco de caso», señala el propietario de un taller de vehículos asentado en el denominado polígono 2 de Carrús, una zona sin urbanizar, plagada de viviendas de planta baja distribuidas en los huecos de un mar de arbustos, escombros y basuras y cuyos vecinos reivindican simplemente un poco de atención.

Ángeles Gallardo explica que tan sólo solicitan que se limpie de vez en cuando la zona, se proceda a la poda y que se ponga asfalto para acabar con algunos de los caminos actuales de polvo y barro, plagados de baches y que se vuelven impracticables cuando hay precipitaciones.

«Me tengo que encargar de un señor mayor que va en silla de ruedas y cuando llueve no lo puedo sacar, todo es un barrizal. Y cuando no, los caminos están llenos de agujeros. Cuando tenga una urgencia no sé qué va a pasar», explica Gallardo, quien asegura que también es habitual ver ratas.

Escasa iluminación, gente que ve esta zona con escombros un lugar idóneo para depositar todavía más escombros, basuras sin retirar desde hace tiempo y algún que otro contenedor desmantelado contribuyen a hacer de esta zona casi más un descampado que una zona para residir.

Hay vecinos que llevan aquí 40 ó 50 años y poco ha cambiado desde entonces. «No hemos avanzado. Estamos peor que antes», indica José María Nortes, también vecino del lugar, como otras 200 personas aproximadamente, según indica.

Vecinos aseguran que durante el anterior mandato de Mercedes Alonso al menos vinieron una vez a limpiar y desbrozar la zona, algo que no había ocurrido en las anteriores etapas socialistas.

Con la llegada del nuevo equipo de gobierno, una parte del vecindario afirma que comunicaron al Ayuntamiento la situación en la que se encontraban y éste, según los afectados, les respondió que debían ponerse en contacto con los propietarios de los terrenos adyacentes para conminarles a que actuaran en consecuencia. A juicio de los residentes del lugar, debería ser el propio Consistorio el que se encargara de realizar este apercibimiento, no los vecinos.

El concejal de Vía Pública, Héctor Pérez, ante estas denuncias, mostró su compromiso a acercarse hasta el lugar en breve, acompañado de técnicos, para recoger las impresiones de los vecinos sobre su problema.

Tanto el Ayuntamiento como los vecinos esperan que antes o después se puedan acometer acciones beneficiosas para los propios interesados.