La estrategia de lucha contra el picudo rojo va a dar un giro de 180 grados y el dinero que se invierte en el mantenimiento del palmeral dejará de destinarse tanto a la tala y destrucción de ejemplares afectados para pasar a invertirse más en el tratamiento encaminado a recuperarlos. En eso incidió ayer el concejal de Palmeral, Antonio García, quien adelantó que mañana se celebrará una reunión con el director general de Agricultura para delimitar cuál va a ser la participación de Conselleria sobre todo en términos económicos puesto que el Ayuntamiento quiere modificar el destino de los cerca de 600.000 euros anuales que se han venido aportando en los últimos tres ejercicios por parte de la administración autonómica.

Para incidir en el tratamiento, lo primero que el ayuntamiento está comenzando a hacer es confeccionar un mapa detallado con geolocalización en el que se pueda hacer un seguimiento de cada palmera infectada por picudo o por paysandisia, de modo que los técnicos puedan ir comprobando su evolución y tengan información precisa de dónde se encuentran los focos más activos o más extendidos de las plagas. De este modo, con esa localización por gps, se pretende mantener a raya el avance del picudo rojo sin recurrir a la tala directamente, excepto en los casos en lo que la palmera se encuentre ya muerta o en un estado de afectación muy grave. De lo contrario, se invertirá en intentar recuperarla.

Esa tarea pormenorizada de revisión y geolocalización de cada palmera afectada se va a implantar primero en los huertos del Palmeral Histórico, Patrimonio de la Humanidad, compuesto por unas 80.000. Posteriormente se podría plantear ampliarlo fuera de ese perímetro, según el edil, quien manifestó que en el último mes se ha conseguido ubicar en torno a 120 palmeras en una fase piloto.

Estrategia

La segunda parte de la estrategia técnica pasa por la prevención, según el concejal, quien concretó que se está confeccionando un calendario para combinar la lucha química con la biológica, dado que hay ciertos productos químicos restringidos por la Unión Europea a las épocas en las que no hay floración ni polen (para proteger por ejemplo a las abejas y otros insectos) y hay herramientas biológicas como hongos que no sobreviven en determinadas fechas.

Todos esos detalles comenzaron a perfilarse ayer en la comisión técnica del Patronato del Palmeral, que se había celebrado por última vez en abril de 2015 y sólo para aprobar el acta de julio de 2014, tal y como mencionó Antonio García, quien criticó que el órgano haya estado inactivo en los últimos años. Añadió que desde ahora se cumplirá la periodicidad que impone la Ley del Palmeral, que establece que debe reunirse cada dos meses como máximo, y se abrirá a la participación de asociaciones con voz (ayer asistieron invitadas ADR Camp d'Elx, Volem Palmerar, Asociación de Palmereros de Elche Apelx y Estación Phoenix) para que aporten su punto de vista.

La letra pequeña del acuerdo económico que se pretende establecer con la Generalitat se tratarán mañana en un encuentro con la dirección general de Agricultura. Tanto la reorientación de esos fondos como el compromiso del Consell de aumentar la partida de los presupuestos autonómicos para combatir el picudo en 2016 se pondrán sobre la mesa también en la reunión del Patronato del Palmeral, que tendrá lugar el 30 de junio con la asistencia como presidente del conseller de Cultura, Vicent Marzà.