La industria del sexo saca músculo estos días en la provincia de Alicante. El gremio instala este fin de semana la quinta edición de su escaparate en la Institución Ferial Alicantina (IFA), el Festival Erótico, donde desde ayer presume de un producto inagotable en rentabilidad y capacidad de reinventarse: en una espectacular y profesionalizada puesta en escena con más de medio centenar de artistas y cerca de doscientas exhibiciones diferentes durante dos días, se consagran nuevas fórmulas como la literatura y el porno amateur.

Los escenarios congregaron de forma continuada a millares de visitantes que pudieron satisfacer cualquier morbo con una oferta provista de espectáculos de todos los géneros: heterosexual, gay, lésbico o BDSM, una tendencia hacia la sumisión y el sadomasoquismo cada vez más extendida.

El tabú está definitivamente enterrado y fueron muchas las parejas que de hecho se animaron a compartir la experiencia. «Es divertido y aprendemos a ser más creativos», afirma una.

La vertiente didáctica se extiende más allá de los shows. Entre los numerosos puestos y su variada gama de lencería, geles o juguetes, una de las paradas muestra el camino para convertirse en «swinger», el universo del intercambio de parejas.

En otro, se exprime hasta el infinito las posibilidades posturales de un diván aparentemente convencional elevado a mobiliario erótico con ejemplo práctico incluido en otra de las tarimas.

En definitiva, una gran fiesta de sexo diversificado al máximo exponente en la que los tapujos fueron los únicos no invitados.