Rubia, que tenga tetas, buen culo, que sea sincera, graciosa, amable, cariñosa, pero también morbosa y «guarra con el novio», son algunas de las características que según alumnos de Secundaria de Elche con 14 y 15 años deberían tener sus chicas ideales. Por su parte, ellas los describen a ellos, entre otros adjetivos, como guapos, fuertes, altos, fieles, sinceros, inteligentes, divertidos, pero también celosos y con un punto de chulo.
Precisamente contra estos estereotipos y prejuicios sexistas luchan tres asociaciones locales en los institutos de Elche, para prevenir desde la adolescencia y detectar de manera precoz posibles casos de violencia de género.
«Los alumnos muestran abiertamente las cualidades que tendrían que tener sus parejas ideales, sin la presencia de los profesores y todo esto se trabaja en el aula con profesionales donde se detectan conductas agresivas y sumisas», explica Marina Marroquí, fundadora de la Asociación Ilicitana contra la Violencia de Género (AIVIG).
Esta agrupación, que también trabaja en las aulas sobre los falsos mitos del amor romántico, ha detectado a través de un estudio (en el que participaron 200 jóvenes) que una de cada diez adolescentes de Elche sufre malos tratos a manos de su novio. Tras la encuesta, también se percataron de que uno de cada veinte jóvenes tiene una conducta agresiva.
«La prevención en la adolescencia resulta vital, porque en esta etapa son mucho más peligrosas las secuelas que deja la violencia de género. Los chavales están construyendo sus bases sentimentales y la rebeldía que les caracteriza es mucho más difícil de atajar», apunta Marina.
De esta manera, la Asociación Ilicitana contra la Violencia de Género también trabaja fuera de las aulas de manera altruista con un programa de superación integral. En total, el colectivo ha realizado ya más de 300 intervenciones en apenas cinco meses y ofrece terapias a 24 mujeres, 4 adolescentes y a un hombre.
Por su parte, la Asociación Mujeres Vecinales de Elche también ofrece talleres en los centros educativos a través de la gestión emocional, la autoestima, la confianza y la autorregulación en las relaciones personales o de pareja.
Una tercera entidad, Praxis, imparte una actividad de prevención de la violencia de género en el noviazgo a través de las relaciones sanas, autorregulación de creencias en actuaciones machistas.
Estos talleres se imparten desde este mes y hasta finales de año con estas asociaciones que forman parte del Consejo Municipal de Igualdad. Según destacó la edil del área, Teresa Maciá, «el objetivo es que esta iniciativa se prolongue todo el curso escolar, con una nueva partida presupuestaria, para erradicar desde edades tempranas esta lacra social».
