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Els Arenals de la UMH, un aulario fantasma

Los usuarios de Els Arenals denuncian falta de iluminación y el escaso partido que se le saca

Els Arenals de la UMH, un aulario fantasma

Andar por el campus de la Universidad Miguel Hernández de Elche no resulta seguro para todos los miembros de la comunidad universitaria, según se desprende de las quejas que han vertido alumnos y trabajadores que desde que arrancó el curso 2015-2016 tienen que hacer uso del último aulario que se ha levantado en el complejo, Els Arenals, y que ha costado siete millones de euros.

Y es que este nuevo edificio ha empezado a funcionar a medio gas. Son pocas las aulas que están en uso, y muchos los espacios que aún quedan por equipar y poner en marcha. Una situación que hace que cada día haya quien piense que se trata de un «aulario fantasma» en el que es mejor no estar cuando cae la noche.

«Hemos empezado a dar clase en el aulario este curso aunque somos muy pocos», explicaba ayer por la mañana un alumno de Ingeniería Eléctrica a las puertas de un aulario que, pese a estar en funcionamiento, está prácticamente rodeado de vallas, por las obras de acondicionamiento de su entorno que se están llevando a cabo.

Otro estudiante de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte aseguraba que «cuando se hace de noche el aulario se queda muy solitario, ya que la iluminación es escasa, deberían poner más farolas».

Y es que este edificio, que se inauguró el pasado mes de enero, y empezó a funcionar, con alguna sala de estudio, en primavera, se ha quedado, hasta que finalicen las obras de urbanización, «en medio de la nada», según confiesan los primeros estudiantes que hacen uso de sus aulas.

Por el momento, están recibiendo clase alumnos de carreras como Ingeniería Electrónica y Automática Industrial, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería de Telecomunicaciones, Ingeniería Mecánica y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, que acuden a las aulas, en su mayoría, por las mañanas.

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El estudiante Pedro Moreno decía que «podrían haberse esperado a completar las obras de los alrededores, o a que abriese la cafetería para poner en marcha el edificio, ya que somos muy pocos los que estamos viniendo al aulario, aunque el edificio está muy bien».

Los que más sufren la soledad, del aulario a medio gas, son los trabajadores, sobre todo los encargados de cerrar las instalaciones y abandonar el entorno solos y a oscuras.

«No me imagino saliendo de aquí por la noche», decía ayer por la mañana una alumna que explicaba que «es un aulario nuevo y muy espacioso, pero pienso que deberían haber traído más carreras para que hubiese más gente, así como abrir la cafetería, que parece que esté abandonada».

La cafetería del aulario está prácticamente equipada, aunque aún se ha empezado a prestar el servicio. Los alumnos sólo cuentan con máquinas expendedoras de comida y bebida en algunos pasillos.

Otro estudiante de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte criticaba la «prisa con la que se ha puesto en marcha el edificio cuando el exterior está todo rodeado de obras. Podrían haberlo hecho todo a la vez, y esto hubiese quedado mejor».

Compromiso

Las obras de urbanización del entorno del aulario Els Arenals empezaron el pasado mes de junio, y forman parte de los proyectos con los que se quiere mejorar la imagen del campus de Elche de la UMH, después de las continuas críticas al estado de su urbanización, que también requerían una actuación en el entorno de Altzavares.

Entre los compromisos del rector de la Universidad Miguel Hernández Jesús Pastor y su equipo de gobierno está completar el campus durante este mandato.

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