Nacido en Talavera de la Reina hace 55 años, este profesor de Física y Química y director del Instituto Cayetano Sempere (de momento ha optado por compatibilizar su labor docente con la de político) lleva desde bien joven unido al PSOE. En la última campaña trabajó codo con codo con el hoy alcalde aunque finalmente quedó fuera de la lista de concejales. La dimisión de Purificación Vives le ha permitido dar el salto a la primera línea política y cabe la posibilidad incluso de que sea diputado nacional si el PSOE logra unos resultados decentes el 20 de diciembre.
¿Había perdido ya toda esperanza de ser concejal?
Lo veía muy difícil, pensaba que había muy poquitas posibilidades. Lo bueno es que al llegar me he encontrado un equipo muy estructurado(se refiere al grupo municipal socialista). Está cohesionado y toma decisiones día a día. Carlos (González) ha conseguido un equipo muy bueno y al llegar me están facilitando la labor.
¿Fueron malos resultados para el PSOE?
Se esperaba una ligera bajada por la tendencia nacional y los partidos emergentes. Nuestro objetivo era intentar gobernar en Elche y eso se consiguió. ¿Que hubiera sido mejor sacar 12 ó 13 concejales? Por supuesto, pero no me atrevo a decir si fueron o no malos. Fue lo que decidieron los ciudadanos.
Usted prometió su cargo en una sesión donde quedó en evidencia el cambio de postura que en cuestión de horas se dio en el equipo de gobierno sobre el IBI ¿Cómo ha visto esta discrepancia de criterio de Ilicitanos por Elche con respecto a sus socios?
En principio desde el grupo socialista lo que se va a hacer es dar estabilidad al municipio. Hay una prioridad absoluta a proporcionar estabilidad. Cuando se quiere imponer un proyecto éste sale mal, por lo tanto, mejor contar con un alto porcentaje de apoyo y buscar un consenso. Cuando se entra a gobernar en coalición uno sabe que no puede llevar al 100% su programa. Si hay que llegar a acuerdos la prioridad es la estabilidad.
Usted acaba de tomar las riendas de la Concejalías de Aperturas. ¿Qué se ha encontrado?
Me ha llamado la atención el volumen de trabajo que desarrollan los funcionarios. Hay muchos expedientes, muchísimo trabajo. Estoy todavía aterrizando, pero en Aperturas la prioridad será siempre las personas y la ciudad.
¿Cómo es entendible que algunos negocios abiertos desde hace muchos años continúen sin licencia de apertura y, por contra, sobre otros se actúe con una clausura inmediata?
De la primera lectura que he hecho de algunos expedientes me da la impresión de que algunos negocios serán difíciles de legalizar. Hay determinado negocios que son opciones factibles de tener éxito y además sin causar trastorno a nadie, pero con la actual legislación es complicado que puedan salir adelante. Creo que hay leyes y normas del Gobierno central y de la Generalitat que requieren una actualización. De verdad que desde la concejalía se intenta favorecer la actividad económica y proteger a la vez a los usuarios y a los vecinos. La evaluación que se hace de cada negocio es individualizada, no se aplica una normal general y ya está, y, por tanto, hay situaciones que no se pueden comparar.
¿Por qué hacerse concejal en unos tiempos en los que esta actividad está tan mal observada por los ciudadanos?
Es una pregunta que me hacen los amigos. Pero uno se mete en esto, y sobre todo cuando se me ofrece la oportunidad de estar en la lista, porque uno está viendo situaciones que cree que se pueden hacer de otro modo. Intentar mejorar, hacer algo por cambiar las cosas, es lo que te lleva a esto.
¿Qué le parece más difícil lidiar: con los alumnos o con los políticos?
Después de prometer el cargo, sentado en el pleno, tuve un cúmulo de emociones. Empecé a comparar el pleno con un claustro de profesores donde hay 80 ó 90 docentes y donde hay de todo. El pleno lo veía como un claustro de 27. Pero lo que me sorprendió fue el caso de tres personas de la oposición que en ningún claustro se hubiera permitido determinados gestos e interrupciones. Nadie tiene que arrogarse la verdad absoluta.
¿Se ve como concejal de Educación?
No aspiro a ser concejal de Educación. Estoy contento con las competencias. Uno no necesariamente tiene que ser especialista en un área determinada. Podemos perfectamente llevar áreas de las que no somos especialistas. La especialidad te la da lidiar con los asuntos en el día a día. El hecho de cambiar de actividad también es bueno.
