La Audiencia Provincial juzgó ayer en Elche a un joven por propinar un puñetazo a otro a la salida de una discoteca en el Polígono Santa Ana de Guardamar del Segura, a consecuencia del cual la víctima se golpeó con el suelo y sufrió daños cerebrales y secuelas que le impiden valerse por sí mismo. El acusado reconoció los hechos y aceptó dos años de prisión después de que tanto la acusación particular como el Ministerio Fiscal convinieran que concurre la atenuante de dilaciones indebidas, puesto que la agresión se produjo una madrugada de febrero de 2008, hace ya más de siete años. El juicio quedó visto para sentencia y no fue necesario practicar las declaraciones que estaban previstas para tres días, puesto que las partes llegaron al acuerdo sobre los hechos y la calificación de un delito de lesiones graves -de modo que la sentencia se dictará en la misma línea-. El acusado admitió que discutió con la víctima y le dio un puñetazo en la cara, por lo que cayó al suelo y se golpeó la cabeza con la acera. A causa de ese impacto el herido sufrió un traumatismo craneoencefálico severo y contusiones hemorrágicas internas por las que padece secuelas neurológicas.
