Bajar los impuestos siempre es muy deseable, y sobre todo cuando los han subido desorbitadamente, para hacer despilfarros.

En realidad, cuantitativamente no se suben al ciudadano, sino que se reducen en Elche, simbólicamente con el 1% porque el ajuste es interno y se atiende así a los sectores menos desfavorecidos con 100 euros menos, lo que parece muy razonable, la cuestión importante es que las circunstancias actuales, por las deudas que tiene la administración municipal acometidas por anteriores corporaciones, no se podrían atender las situaciones graves de emergencia existentes, reparaciones, atenciones sociales ect.

A la hora de bajar impuestos o tasas, siempre serian más importantes ayudar a las familias a pagar la luz y el agua, que reducir el IBI de forma generalizada, que al fin y al cabo, representarían unos 30 ó 40 anuales aproximadamente.

En cambio la recaudación global, y el presupuesto anual sí que se resentiría significativamente cerca de los 5 millones de euros,.

Dénse cuenta que ocurriría con esa merma en las arcas públicas, cuando en la actualidad todo son problemas para cualquier cosa donde se les solicitan recursos y ayudas municipales.

Sería una autentica catástrofe, téngalnos todos en cuenta, hacer populismo de esta forma, sin ofrecer otras alternativas tangibles, sería muy peligroso para el futuro de nuestro municipio, una quiebra en la práctica, esta es la auténtica realidad.

Comprueben si quieren y verán que en otras ciudades, la hipocresía que se llevan con esto, políticamente los partidos que están en la oposición sean los que sean dicen lo contrario de los que gobiernan, en Salamanca por ejemplo es el PP con el apoyo en este caso de Ciudadanos, es el que se opone a bajarlos, con los motivos contrarios.

Otra cosa sería, y muy necesario, proceder a una revisión y actualización de valores catastrales, ya que algunas propiedades están muy altas y otras muy bajas, que distorsionan los tributos, con los perjuicios que ello conlleva también en las transmisiones, en las plus valías y en el IPRF.

Esta es la cuestión verdadera, adecuar y actualizar los valores catastrales a la realidad actual, ya que hace muchos años estos valores han dejado de ser referencias reales actualizadas.