Elche ha vuelto a caer en el embrujo del medievo. El olor a incienso y el ruido de tambores, por el centro de la ciudad, indica que acaba de arrancar el XX Festival Medieval d'Elx. Y lo hizo ayer por la tarde con uno de sus atractivos más populares, el mercadillo.

Más de 150 puestos se han dispuesto por las calles de centro de la ciudad para ofrecer, hasta el domingo, productos de todo tipo. Puestos de artesanía, alimentación y tabernas componen la oferta de un mercadillo que organiza la compañía Pegasus, y que se ha instalado por las calles Plaza del Palau, Plaza del Congreso Eucarístico, calle Uberna, Plaza de Santa María, Carrer de la Fira, Plaza de Santa Isabel, calle Obispo Tormo, Replaceta de la Fregassa y plaza de la Glorieta. El horario es de 10 de la mañana a las 11 de la noche.

El mercadillo arrancó con buenas vibraciones para casi todos los comerciantes. Carlos López, que ofrece productos de piel, decía ayer que «en Elche la gente es muy curiosa, le gusta mirar y tocar los productos, y eso es bueno porque al final se animan y compran». El panadero Luis Santiago, que llega con su horno desde Barcelona, indicaba que «esperamos que sea un buen fin de semana, aunque los últimos años el consumo ha caído mucho, pero todos confiamos en mejorar».

La crítica llegaba desde puestos como el de incienso de Rasa Matuliene, que lamentaba que «se ha hecho poca promoción, vivo en Elche y he llegado al centro sin ver ningún cartel, ni un anuncio sobre el mercadillo».

La opinión de los visitantes sí que era totalmente positiva. «Me encanta pasear por el centro cuando ponen el mercadillo medieval», confesaba Fina Agulló, una vecina que se paraba ante un puesto de dátiles, a la que vez que Mario Orts decía que «está bien que pongan cosas así para que veamos cosas diferentes».

Y es que el mercadillo también sirve de excusa para realizar algún regalo a un ser querido. Es el caso de Noelia Molina que, como explicaba, «me gusta venir a comprar jabones que luego regalo a mis amigas. Siempre intento comprarlos en el mismo puesto».

El mercadillo fue inaugurado por el alcalde de Elche, Carlos González, y varios miembros de la corporación municipal. El primer edil dijo que «esperamos una gran afluencia de público local y del resto de municipios de la provincia, ya que este festival es un gran atractivo. Elche es un referente cultural y gastronómico».

No obstante, el festival, que este año lleva por título «Pòrtic al Reinaixement» no se quedó ayer en el mercadillo, y ofreció varios espectáculos. El claustro del convento de Las Clarisas acogió concierto «El silencio y la Glosa», que ofrecieron Paco Rubio a la corneta y Anabel Sáez, en la clave, donde se meditó sobre la figura del Quijote.

La producción local de la jornada llegó con la obra de teatro de la compañía ilicitana Aerolito Teatro que presentó «Jaume I, la conquista de un sueño». Con este montaje se conmemoró, en el patio de armas del Palacio de Altamira, los 750 años de la llegada a Elche de Jaume I.

Actuaciones

La programación del XX Festival Medieval d'Elx continua hoy, a las 20.30 horas, en la iglesia del Salvador, donde se representará la obra de música y teatro «Solo amor», que presenta la Camerata de la Merced en conmemoración del 500 aniversario de Santa Teresa de Jesús.

Por otro lado, esta noche, a las 22 horas, el patio de armas del Palacio de Altamira acoge el espectáculo de danza «Terpsicore musarum: música para danzar en el renacimiento», que corre a cargo de la compañía murciana Ensemble la danserye.

La jornada de hoy finalizará con un espectáculo lleno de calor, «Juglares de fuego» que pondrá en escena por las calles del centro de la ciudad la compañía ilicitana Maracaibo Teatro «Juglares de Fuego». Este espectáculo empezará a las 23.30 horas en la plaza de la Merced para después pasar por el Carrer Ample y Corredora, hasta llegar a la Plaça de Baix.

Actuaciones y espectáculos que se suman a los que durante todo el día se pueden contemplar por el mercadillo medieval, que también cuenta con la animación que ofrecen los cantares del camino, trovadores y juglares occitanos y medievales, así como varias funciones de teatro cómico.