Un grupo de quince familias dedicadas a la venta ambulante de churros, que hasta agosto aseguran que podían ejercer su actividad de manera continua en distintos puntos en Elche, denunciaron ayer que desde que ha entrado el nuevo equipo de gobierno tripartito no han podido trabajar.

El equipo de gobierno respondió ayer que esta decisión de no permitir la ocupación permanente en la vía pública de estos puestos «se ajusta a la la Ley 14/10 de 3 de diciembre de espectáculos desarrollada por el decreto 142/2015 de 11 de septiembre del Consell». En el artículo 96 se dice, según el Consistorio, que estos puestos pueden estar hasta cuatro meses consecutivos en el mismo lugar.

Sin embargo, los afectados no entienden cómo antes sí podían trabajar con normalidad y ahora el Ayuntamiento no se lo permite. «Nos dan excusas sin motivos, nos dicen que la ordenanza indica que sólo podemos estar cuando coincide con festejos y que esperemos a que llegue el concejal (de Aperturas). Pero, mientras, nosotros estamos pagando nuestra cuota de autónomo y tenemos familias que alimentar», coincidían en señalar varios de los afectados.

El grupo municipal del PP respaldó ayer a este colectivo y el edil Justino Delgado reclamó al equipo de gobierno que dé una solución a este problema ya que a su juicio es una cuestión de actitud política.

«En estos momentos se está tramitando las peticiones para que los propietarios de churrerías ambulantes puedan instalar sus puestos de cara a la campaña de invierno», según fuentes del equipo de gobierno, que también explicaron que el Consistorio ha recibido quejas de vendedores de churros con local permanente al considerar que los ambulantes incurren en competencia deslea».

Los denunciantes también criticaron que no les iban a dejar intervenir en el pleno del lunes, mientras que el Consistorio aseguró luego que precisamente ayer se estaba comunicado a los peticionarios que podían hacerlo, «no teniendo constancia de que se haya denegado ninguna pregunta».