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La capacidad de meterse en todos los charcos

Cristina Martínez, de Ilicitanos por Elche, no deja de tensar la cuerda con sus socios de gobierno

Cristina Martínez. ANTONIO AMORÓS

Cristina Martínez, la concejala y líder de Ilicitanos por Elche, viene generando estos últimos días una nueva secuencia de sobresaltos para sus socios del gobierno tripartito, PSOE y Compromís. Sobre todo para el PSOE, al que no para de castigarle el hígado casi cada semana.

La edil más «incómoda» para el «gobierno plural», más incluso que algunos grupos de la oposición, se mete en casi todos los charcos, sin mirar si se trata de sus áreas o no. Y estos días se han dado varios ejemplos.

Sin ir más lejos ayer criticó que se destinen 250.000 euros pendientes para pagar el Arxiu de la Memoria a Acciò Cultural del País Valencià por parte de la Concejalía de Cultura, que dirige la socialista y su socia de gobierno Patricia Macià, cuando a su juicio existen otras prioridades. «Me parece una vergüenza que retomemos esos pagos», manifestó la edil, quien además aseguraba que se había enterado por la prensa.

Martínez (que fue edil del PP hasta algo menos de un año antes de las elecciones municipales) se mostró conforme con que este convenio, fechado en 2010 y del que se pagaron 125.000 euros, fuera paralizado por el PP debido a la crisis. La líder de Ilicitanos por Elche insistió ayer en que este dinero se debe destinar a cosas más importantes, y agregó que nadie de sus compañeros de gobierno le informó de nada y dijo que, si le hubieran preguntado, se hubiera opuesto.

De hecho, en una red social, en alusión a este tema, expone que lo que es «de interés es que todas las familias puedan comer. Sanidad, educación y trabajo. El resto es superfluo».

Como está más que comprobado, Martínez no se muerde la lengua y, pese a ser parte del actual ejecutivo, también ha metido estos días el dedo en la llaga al denunciar no sólo las inundaciones de hace dos semanas en aulas prefabricadas de Torrellano, sino también las que se han vuelto a producir en el mismo centro esta semana.

Además, también ha evidenciado su disconformidad con que ahora la Diputación vaya a proporcionar una ayuda de 60.000 euros para cambiar las butacas de los cines Odeón y la moqueta del Gran Teatro. «¿Alguien cambiaría en su casa la moqueta (...) cuando no tiene para pagar el IBI, comprar libros...?», pregunta abiertamente.

Pero el penúltimo episodio que viene a tensar la cuerda con sus socios de gobierno tiene que ver con la polémica sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). No está contenta con cómo se reparten algunas partidas económicas en general.

«Lo que tenemos claro es que el IBI va a bajar en Elche. Estamos esperando a que desde Hacienda nos dén la información que hemos solicitado. Hasta que no tengamos datos completos no podemos hablar de cuánto vamos a bajar: de un uno, de un cinco, de un diez (por ciento)...», señalaba ayer, después de que su grupo se abstuviera el jueves en la comisión de Hacienda donde se trató con el resto de grupos municipales este tema del IBI.

Justo el pasado viernes, en la rueda de prensa (en la que estaban Mireia Mollà de Compromís y la propia Macià), tras la junta de gobierno, donde se trató la «bajada» del IBI del 1% para 2016, se aseguró en más de una ocasión que los tres partidos del tripartito estaban de acuerdo en ese porcentaje de reducción, algo que, con el paso de los días, ha quedado en cierta medida en evidencia con las dudas que se han abierto de si Ilicitanos apoyará a sus socios en el pleno de este lunes.

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