La Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias S.A. (SEIASA) ha reservado una partida presupuestaria de siete millones de euros para modernizar el regadío en los terrenos de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) San Enriquemodernizar el regadío , una entidad que abarca una extensión de 500 hectáreas de terreno agrícola situadas mayoritariamente en el norte del término municipal de Elche, pero que también «tocan» parcelas de Crevillent y de Aspe. La sociedad incluye a unos 600 propietarios que tendrán ahora que sentarse a definir cómo quieren ir adelante con el proyecto y de qué forma integrar el riego localizado o por goteo en sus cultivos, algo que tiene que conducir también necesariamente a negociar con la Generalitat Valenciana y con el Ministerio de Medio Ambiente.
Si bien el Gobierno central tiene ya determinada esa partida en los presupuestos generales del Estado para ejecutar a partir del ejercicio que viene y en los próximos años 2017, 2018 y 2019, faltan por perfilar detalles tan importantes como qué porcentaje será «a fondo perdido» o en qué condiciones se establecerá la subvención si es que se trata de un préstamo, según planteó ayer el presidente de la SAT San Enrique, Ángel Urbina, quien no pudo precisar cuándo puede estar acabada la obra.
La SAT San Enrique pertenece a la Confederación Hidrográfica del Júcar, dispone de pozos propios en Hondón de las Nieves de los que se ha surtido a lo largo de la historia el Ayuntamiento de Aspe, Riegos de Levante mediante riegos de socorro en épocas de sequía y, en una ocasión, al Ayuntamiento de Elche, según rememora el presidente. La modernización consiste sobre todo en tender la red secundaria y la estación de filtrado, puesto que la SAT ya dispone de embalses.
Lo cierto es que se trata de una partida económica que llega después de muchos años de «sequía» en lo que a inversiones en infraestructura hidráulica se refiere, puesto que la modernización del regadío en el Camp d'Elx sufrió un brusco parón con la entrada en escena de la crisis económica. Hasta 2011 aproximadamente, el campo se había ido llenando de tuberías, de conducciones soterradas que sustituían a las acequias abiertas y que permiten un ahorro en términos económicos y también de recursos, puesto que las mermas de agua prácticamente desaparecen. La ventaja añadida más evidente del riego por goteo es que se acaban las tandas de riego de madrugada y los turnos cerrados, puesto que cada propietario en su terreno puede abrir el grifo cuando considere o programar el riego por goteo al mismo tiempo que el vecino. Las averías en las conducciones son la otra cara de la moneda, y de ello pueden dar buena cuenta los comuneros de El Canal, que en los últimos años vienen sufriendo periódicamente cortes en el suministro por roturas de tuberías o por trabajos de mantenimiento.
El presupuesto que ha reservado el Gobierno central, tal y como concreta Ángel Urbina, es de especial importancia teniendo en cuenta que sólo hay dos proyectos previstos para los próximos años en la provincia de Alicante por parte del SEIASA, y que el segundo es mucho menor (en concreto, se trata de una partida de 535.000 euros para optimización energética de la Comunidad de Regantes San Isidro).
Recorte
En esta senda de modernización del regadío, el recorte de inversiones dejó a las puertas a gran parte del término municipal de Elche. De forma específica, la comunidad del Tercer Canal tiene un proyecto sobre la mesa paralizado que pretende reactivar próximamente con las administraciones para llevar el goteo a miles de comuneros, mientras que también los canales Sexto y Séptimo de Elche estaban entre los proyectos futuros.
Entre 2004 y 2011 se invirtieron en el campo ilicitano cerca de 120 millones de euros entre las administraciones europeas, estatal, autonómica y los agricultores, que también han costeado su parte. En concreto, y según los datos de la Comunidad General Riegos de Levante Margen Izquierda, la elevación del Pantano de Crevillent supuso una inversión de 24 millones de euros, el Primer Canal otros 19 millones, el Segundo Canal de Levante costó 13 millones y el Rincón de León siete millones de euros, mientras que el coste de la red secundaria superó los 56 millones de euros. Se consiguió extender el goteo a 10.000 hectáreas.
