Un total de 105 personas (al menos hasta que así lo digan las listas definitivas, que saldrán el 27 de octubre) han cumplido con los requisitos para optar a ser alcaldes pedáneos de sus respectivas partidas rurales en Elche.

Torrellano, con 12 aspirantes, es la pedanía con más candidatos inscritos, mientras que en Ferriol-Vallongas y Maitino, sólo ha concurrido un único candidato, por lo que, si todo está en regla, será proclamado automáticamente sin necesidad de votar.

El resto se las verá en las urnas el sábado 7 de noviembre. Ese mismo día se sabrá el nombre de los nuevos alcaldes pedáneos para un total de 27 partidas rurales (aunque hay una treintena, algunas se han agrupado por su escaso tamaño).

Cerca de 34.500 personas están convocadas a votar por primera vez a su representante, y después de que incluso hayan «soportado»otra campaña electoral (del 29 de octubre al 6 de noviembre) en este año de tantos comicios.

De esos 105 candidatos, 73 son hombres y 32 mujeres, es decir, el 69,5% frente al 30,4%. Asimismo, cinco personas no han sido admitidas por distintas circunstancias. En cualquier caso, el plazo para formular alegaciones es de tres días (desde hoy hasta el sábado).

Las elecciones a pedáneos supondrán un gasto de unos 10.000 euros aproximadamente y el Ayuntamiento tiene previsto colgar carteles en las pedanías con al menos las fotos y nombres de los distintos aspirantes.

El concejal de Participación Ciudadana, Felip Sánchez i Gamero, también informó ayer que se han remitido cerca de 16.000 cartas informativas a los núcleos familiares, al tiempo que mostró su deseo de que esta gran aceptación para presentarse como pedáneo, tenga su traslación también a la hora de participar en las urnas.

El concejal señaló también que la mayor parte de los alcaldes pedáneos que lo son ahora se han presentado.

El ejecutivo considera que estas elecciones permiten «dar un salto cualitativo en el ejercicio de la democracia en nuestro municipio y extender la participación ciudadana a todo su territorio, transformando la figura del pedáneo, que de esta manera ya no es sólo un representante del Ayuntamiento ante sus convecinos, sino también un representante de éstos ante el Ayuntamiento, encargándose de dar el cauce adecuado a las inquietudes y necesidades que surjan».