Ciclistas de todas las edades participaron ayer en la novena edición de la Volta a Matola. El pelotón, compuesto por alrededor de 500 personas desde los tres a los 79 años, tomó la salida a las 9.30 horas en el centro social de la localidad y recorrió el trayecto a lo largo de toda la partida ilicitana con plena normalidad y sin ningún contratiempo.

Así, la marcha se convirtió una vez más en un agradable paseo por el Camp d'Elx a lo que contribuyó el suave clima que aún perdura en la zona levantina del país.

A pesar del carácter no competitivo de la carrera, los deportistas disfrutaron de numerosos premios. El primero, a la culminación de la ruta, se trató un almuerzo basado en productos típicos como la granada mollar y vino de Matola.

Además, todos los inscritos en la prueba recibieron una camiseta técnica y participaron en los dos concursos que planteó la organización: el del participante de mayor edad y el de la bicicleta más original, que, como de costumbre, tiñó el evento con grandes dosis diversión y creatividad.

Los más pequeños endulzaron la entretenida mañana con juegos en el castillo hinchable levantado para la ocasión. El «photocall» instalado sirvió de pretexto para inmortalizar el momento con numerosas fotografías de unos participantes, que cerraron el límite de inscripciones e hicieron nuevamente de la novena Volta a Matola en bicicleta una experiencia deportiva y familiar que permitió conocer a fondo la localidad y pasar una mañana de lo más completa.