Devorar un videojuego durante horas nunca fue tan productivo. La asociación «Elche Juega» celebra este fin de semana un homenaje al tan concurrido «arte del joystick» con un trasfondo solidario: el cerca del millar de asistentes congregados desde ayer en el centro cultural L'Escorxador recibe la opción de aumentar en un euro el precio de su entrada, cuya suma irá íntegramente donada a niños con cáncer tratados en hospitales de toda España a través de la fundación «Juegaterapia».
La feria, que continúa hoy domingo con su programa de actividades, también dispone de un punto de recogida de consolas, ordenadores y tabletas con idéntico objetivo y destino que la recolecta económica.
«Toda ayuda es poca», cuenta Jordi Mira, uno de los organizadores de la cuarta edición de un certamen con la intención prioritaria de impulsar el desarrollo de videojuegos «creados en un sótano con muchísimas posibilidades y un presupuesto bajo», como describe Jordi.
De hecho, el espacio dedicado a la presentación de trabajos independientes es el que más éxito está obteniendo, con la presencia de 14 estudios procedentes de toda la geografía española.
Al margen, los participantes pueden inscribirse en el amplio resto de actividades que «Elche Juega» ha diseñado para la ocasión: talleres; exposiciones; torneos; conferencias; tiendas; partidas de rol en vivo; juegos de mesa; una zona retro; un concurso de «cosplay», disfraces y moda basada en videojuegos; y una «LAN party», que permite participar de forma simultánea a todos los jugadores en la misma partida, y para la que muchos de ellos han aprovechado el área de acampada reservada para tal finalidad.
«El balance es muy positivo, tanto por la afluencia de visitantes como por los beneficios recogidos con fines solidarios», resume el coordinador, que recuerda que el evento se encuentra entre los diez mejores nacionales de este índole y reconoce su intención de seguir creciendo.
