El Síndic de Greuges de la Comunidad Valenciana, José Cholbi, se ha dirigido por tercera vez al Ayuntamiento de Elche para solicitarle que adopte todas las medidas necesarias, entre ellas, la clausura y cierre de local, para solucionar las molestias de ruidos y vibraciones que están afectando gravemente a la salud de la autora de la queja y a su familia, en una vivienda del Sector V, desde desde hace más de ocho años, según una nota hecha pública por este.

La actuación del Síndic tiene origen «en la queja presentada por una vecina que denunciaba las insoportables molestias que injustamente sufría ella y su familia por los ruidos y vibraciones de los motores de la turbina y depuradora sita justo al lado de su vivienda, así como por la actividad musical que se desarrollaba en la misma», según la nota.

Estos hechos ya fueron objeto de queja en esta institución en el año 2008 y 2014, sin que el verdadero problema se haya solucionado. «Aunque el Ayuntamiento ilicitano, durante este intervalo de tiempo, ha adoptado algunas medidas y actuaciones para revocar la ampliación de la licencia de apertura concedida para utilizar el equipo musical, el problema de fondo, que es los ruidos y sobre todo las vibraciones generadas por los motores de turbina y depuradora de la piscina, sigue sin estar resuelto», añaden desde el Síndic.

La vecina afectada afirma que su familia lleva denunciando esta situación desde el año 2007 y, tras numerosas inspecciones, informes, visitas de concejales y un juicio celebrado hace dos años y del que asegura aún todavía no se ha dictado sentencia, el problema persiste.

La denunciante, que está a la espera de poder entrevistarse con el nuevo concejal de Aperturas, que tomará posesión de su cargo a finales de mes, afirma además que esta situación le ha costado su matrimonio, en su día el trabajo, una depresión y necesidad de asistencia psiquiátrica y psicológica.

«Falta de sueño y de descanso, irritabilidad, pérdida de peso y de cabello, falta de concentración o pérdida de memoria a corto plazo son algunos de los problemas que padecen ella y su familia (tres menores) los cuales duermen en estos momentos en el salón ya que sus habitaciones están pegadas a la fuente emisora de vibraciones.

Respecto a la contaminación acústica, el Síndic no se cansa de repetir que los tribunales de justicia vienen declarando con reiteración que los ruidos inciden perniciosamente sobre el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio y de los derechos constitucionales a la protección de la salud, a un medio ambiente adecuado y a una vivienda digna, por lo que resulta ineludible su firme protección por parte de los poderes públicos.

«Con el objeto de evitar las molestias acústicas causadas injustamente a los vecinos afectados, la legislación vigente tanto a nivel autonómico como estatal, habilita a la Administración, en este caso el Ayuntamiento de Elche, a adoptar medidas correctoras que eviten las molestias a los vecinos; desde la orden de clausura y cierre del local, a la suspensión inmediata del funcionamiento de la fuente perturbadora (en este caso la turbina y la depuradora) hasta que se corrijan las deficiencias existentes», según la nota.