Los penúltimos acontecimientos ocurridos sobre el proyecto de nuevo Mercado Central merecen una reflexión sobre la cuestión de fondo que afecta a este tema y que no es otra que la incompetencia, ineptitud y mala fe de los actuales gobernantes. El tripartito de Elche es un peligro para la ciudad y para todos los ilicitanos y ya PSOE y Compromís en su anterior etapa de gobierno llevaron a la ruina a nuestra ciudad en unos cuantos años de gobierno, algo que va camino de repetirse.

Se han escrito multitud de noticias y comentarios sobre este proyecto, pero existe un desconocimiento del mismo, además agravado por la información sesgada y manipulada que se da desde algunas plataformas, partidos y ahora por desgracia desde el gobierno municipal. La situación real es que hablamos de un proyecto que inició el PSOE y que planteaba un edificio similar, zona comercial, aparcamiento subterráneo y la instalación del mercado provisional en el mismo lugar en que se encuentra ahora.

Pues bien lo que llevaba el PSOE y también nosotros en los programas electorales en el año 2011, partidos que obtuvimos 26 de los 27 concejales de la corporación, era un nuevo mercado central. Cuando accedimos al ayuntamiento hace cuatros años, por mayoría absoluta, nos pusimos a trabajar en esto desde el primer día. Nos diferencia así una cuestión muy importante del PSOE, mientras ellos se dedicaban a hacer anuncios y futuribles, el PP se dedicó a gestionar y hacer realidad los proyectos que podían beneficiar a la ciudad.

Desde el inicio de la pasada legislatura trabajamos para hacer realidad esa gran inversión para Elche, se necesitó una modificación de PGOU, la aprobación de un Plan de Reforma Interior, la elaboración de un Pliego de Condiciones que establecía las condiciones de la adjudicación siempre en defensa de los intereses de Elche.

Todo este gran trabajo finalizó con un concurso publico para la adjudicación del contrato, al que se presentaron dos empresas, y que de forma absolutamente legal fue adjudicado el pasado mes de marzo de 2015.

Desde ese momento nos encontramos ante un contrato adjudicado, catas en la Plaza de la Fruta finalizadas, instalación del mercado provisional, traslado de los placeros, apertura de este nuevo mercado con un éxito de asistencia, etc.

En este momento cuando deberían estar ya iniciadas las preceptivas catas en el edificio del mercado central y trabajando en el proyecto de ejecución de la reurbanización de la zona nos encontramos con un nuevo gobierno tripartito, que movido por intereses de revancha quiere romper contratos totalmente legales, perjudicando a la ciudad de Elche. Y lo quieren conseguir exponiendo excusas y obligando a la empresa a hacer cambios en el proyecto.

Cambios que pasan para ellos por apostar por la rehabilitación del edificio o que el parking se haga al otro lado del río, curiosamente donde se encuentra en la actualidad el mercado provisional. Que tengan en cuenta que esa decisión del tripartito es ilegal proponérsela a la empresa actual porque es una modificación del contrato.

Esta apuesta del tripartito por la rehabilitación de este edificio (de los años 60, realizado con unos materiales de escasa calidad, techo de fibrocemento con amianto cancerígeno, con reformas coherentes con el «valor histórico» de este verdadero almacén, aparatos de aire acondicionado monstruosos) conllevaría abandonar un proyecto que supone una inversión de 12 millones de euros para la ciudad y dejar de lado la renovación urbana del centro de Elche, la peatonalización de calles y por tanto la reducción del trafico existente.

Tampoco tendríamos una nueva zona comercial, de ocio, cultural y turística, ni un nuevo mercado de abastos, moderado y accesible, y sobre todo perderíamos la creación de puestos de trabajo, en la construcción, puestos de placeros, restauración, mantenimiento, seguridad, etc.

De ese planteamiento de ruptura con el actual proyecto se deriva una consecuencia muy grave, además de perder la inversión, es que todos nosotros tengamos que pagar una indemnización millonaria que va a llevar a la ruina a este ayuntamiento, de nuevo por culpa de PSOE y Compromís. Y esto ya ha sido advertido por la propia empresa adjudicataria.

Estamos ante una de las mayores irresponsabilidades cometidas por unos políticos en Elche, intentando imponer sus caprichos personales y sus compromisos con alguna minoría ante el interés general de la ciudad. Mientras se piensan todo esto y toman una decisión al respecto todos los ilicitanos seguimos pagando los gastos de limpieza, luz, agua, seguridad a los placeros que siguen en el antiguo edificio.

Es una auténtica vergüenza como se trabaja por perjudicar a la ciudad por los nuevos gobernantes, pero está claro que la ciudadanía de Elche debe levantar la voz y no consentir este atropello y si ellos rompen con todo que sean los responsables personales de la deuda que le creen a la ciudad.