«He faltado tres días por una operación y por eso no me han renovado el contrato». «Empresaria y emprendedora. Ahora trabajo en lo que puedo». «Tengo contrato de media jornada pero hago 11 horas para ganar 900 euros».

Éstas fueron algunas de las denuncias, reproducidas en carteles a la espalda, que algunas personas mostraban ayer por la tarde, con un fin concienciador, en la plaza-jardín Francesc Cantó, en la avenida de Novelda. Y es que este espacio abierto acogió, a partir de las 19.30 horas, un acto reivindicativo en favor del «trabajo decente», dentro de una jornada mundial por este motivo y que en Elche congregó a un centenar de personas.

La cita comenzó con la proyección de un vídeo donde diversas personas de todo el país denunciaban casos personales de absoluta precariedad laboral y personal. Seguidamente, un artista local entonó varios temas de denuncia antes de que se leyera un manifiesto, por parte de Aixa Cereceda (madre de dos hijos y que afirmaba que iba de contrato en contrato), insistiendo en que la precariedad laboral y los bajos salarios se traducen en más desigualdad y más pobreza.

«El Gobierno debe escuchar a los agentes sociales y activar los mecanismos necesarios. Es necesaria una prestación de ingresos mínimos de 426 euros para aquellos que carezcan de ellos y hasta que su situación mejore», indicaba ayer el secretario general de UGT en la comarca, Ismael Senent, al pie de una mesa en la que se recogían firmas para una iniciativa legislativa popular en este sentido. «Es de recibo que el Gobierno mire por la dignidad del trabajo», agregó.

Por su parte, su homóloga en CC OO, Carmen Palomar, recordaba que un 19% de la población sobrevive con una prestación por un desempleo de un año o superior y que ya casi el 52% carece de ella.

Mediante la pega de post-it reivindicativos y un mural con casos denunciados en los periódicos de precariedad laboral, los congregados, algunos representantes de distintos partidos y colectivos, mostraron su apoyo a esta reivindicación, que culminó con una pitada-cacerolada en torno a las 20.30 horas.