Los vigilantes de seguridad de las instalaciones de justicia de la Comunidad Valenciana están viendo de nuevo cómo sus nóminas llegan cada mes más tarde, en una situación que ya vivieron en 2013. Y es que hace dos años ya se encontraron con que percibieron sus salarios con meses de retraso, ahora se han encontrado con que hay pagas extraordinarias de verano que aún no se han abonado, con que la nómina de julio les llegó más allá del día 10, la de agosto se demoró más allá del día 20, y de la de septiembre ya les ha llegado que no esperen puntualidad. En 2013 la empresa que tiene adjudicada la vigilancia de las distintas sedes judiciales en los horarios o momentos en que no hay agentes de la Guardia Civil (noches o fines de semana) expuso que no podía hacer frente a las nóminas porque la Generalitat Valenciana no pagaba. La deuda de la administración acababa perjudicando entonces a los trabajadores, que acabaron entendiendo que se les utilizaba como medio de presión.
En cuestión de meses aquella situación se resolvió y se puso al día, sin que la Conselleria de Justicia o Hacienda concretaran públicamente a cuánto ascendía aquella deuda, aunque sí reconocieron que existía y que se estaba trabajando en un plan de pago. A la luz de las quejas del personal, la Conselleria de Justicia aseguró a este diario que está revisando la situación con la Conselleria de Hacienda, si bien no se ha aclarado por el momento si sigue existiendo deuda con la empresa, que volvió a adjudicarse el contrato cuando expiró el periodo anterior. Este diario también trató de conocer la versión de la empresa, CECA Seguridad, sobre los retrasos en el pago de nóminas, si bien hasta el momento no ha recibido respuesta.
