El 9 de septiembre se publicó en el DOGV la concesión de la Denominación de Origen Protegida (DOP) para la variedad granada mollar de Elche, de forma transitoria y como paso previo al «sí» de la Unión Europea
¿Qué implica en la práctica para los agricultores y comercializadores tener la DOP?
Tenemos claro que lo que hemos conseguido es motivo de orgullo para el campo de Elche porque la concesión es cada vez más difícil, y le da valor al producto. Quizás no económico, pero sí para el público.
¿Qué beneficio supone estar dentro? ¿Se espera que se pueda vender a mejor precio?
Lo que queremos es vender la producción y que haya un reconocimiento al producto. El precio depende de los mercados, no se trata tanto de vender más caro como de conseguir que la gente vaya a comprar y busque granada mollar de Elche, del mismo modo que pide el plátano de Canarias.
La temporada de corte comenzará en días. ¿Pueden beneficiarse ya en esta campaña?
Aún no porque ha sido muy precipitado, hemos pensado que es mejor esperar al año que viene para preparar las cosas, porque tenemos que crear un consejo regulador antes de final de año, compuesto por un presidente y varios miembros, con inspectores que vigilen que se cumplen las especificaciones... Tendremos reuniones con asociaciones y productores para explicarles dónde estamos, en qué línea vamos a trabajar y en qué parámetros de calidad no podemos fallar.
¿Esencialmente es usar esa variedad y que se produzca dentro de las comarcas del Baix Vinalopó, Vega Baja y L'Alacantí?
Efectivamente, tiene que producirse dentro del ámbito geográfico, tiene que ser granada de la variedad mollar ilicitana y se han de cumplir los criterios que hemos recogido dentro de las normas, pero son cuestiones que ya se están cumpliendo. Habrá que estar dentro del consejo regulador, porque es el que tiene que entregar las etiquetas para los envases.
¿Y qué falta para que la DOP sea definitiva a nivel europeo?
El trabajo por nuestra parte está hecho, por parte de la Conselleria y del Ministerio también, por eso en España podemos contar ya con ello. Pero no puede ser de forma definitiva hasta que se cumplan los plazos que marca Europa. Pensamos que antes de final de año estará concedida.
¿Qué esperan de la campaña de este año 2015? Hemos pasado meses de absoluta sequía, días de rotura de tuberías y falta de riego y al final lluvias...
Esperamos que sea similar a la del año pasado. Hay plantaciones nuevas que están comenzando a producir pero también se han arrancado algunas que eran muy antiguas. Creemos que saldrán unas 50.000 toneladas.
¿Cree que aún hay margen para seguir apostando por plantar granados? Ha habido un boom importantísimo en los últimos años...
Se plantan nuevos granados porque se han conseguido muchas cosas llegando al consumidor, a través de ferias, en mercados nacionales... Incluso enseñando cómo se pela y cómo se come la granada. Hace diez años casi el 100% de la producción iba el extranjero y hoy en España se consume el 30%.
