El Ayuntamiento de Elche ha reprochado la actitud del Consell y la Diputación ante la nueva problemática generada por el cierre de la planta de basuras de Crevillent, que ha desembocado en que la localidad ilicitana se vea obligada a recibir desechos de varios municipios de la Vega Baja.

En este sentido, el Consistorio ha criticado la falta de comunicación que han tenido las dos instituciones con la ciudad y ha lamentado no haber recibido ninguna notificación a cerca de la cantidad total de desechos que tendrán que asumir las instalaciones de la sierra dels Cremats.

Asimismo, según el concejal de limpieza, Héctor Díez, tampoco han tenido información oficial sobre cuánto tiempo asumirá Elche las basuras y el número de municipios que traerán sus residuos al municipio. «No nos parece de recibo de que no nos hayan comunicado nada y eso que formamos parte del consorcio de basuras, ya que sobre este tipo de decisiones se tiene que dar parte», apuntó Díez.

Así las cosas, el edil del área reclamó la necesidad de que se convoque el consorcio para abordar la situación y que haya contraprestación en la ciudad ante la obligación de tener que recibir residuos de fuera de Elche por el cierre de Abornasa.

Mientras tanto, la infraestructura ilicitana todavía tiene capacidad para tratar los desechos que comenzaron a llegar desde la pasada semana cuando se decretó la clausura de las instalaciones crevillentinas por no tener licencia ambiental.

Según los datos que baraja el Ayuntamiento, con el nuevo panorama, Elche acogerá un total de ocho toneladas de desperdicios más al día, lo que equivale a un camión. Con ello, el Consistorio ha calculado que recibirá 700 toneladas de basura de fuera del término municipal en lo que queda de año. En concreto, la planta de residuos sólidos dels Cremats está capacitada para gestionar 180.000 toneladas de manera anual y ahora cuenta con 167.000 toneladas.

«Aunque no tendría incidencia el nuevo planteamiento, Elche tampoco está lejos del límite», valoró Héctor Díez.