Burbujas, una piscina de bolas, una columna de luz, un camino sensorial.... con estos originales recursos la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) ha implantado una terapia para mejorar el desarrollo infantil a través de los sentidos.

El objetivo del nuevo programa inspirado en la estimulación multisensorial es favorecer la maduración del sistema nervioso central a partir de diferentes motivaciones. Un tratamiento novedoso, que se dirige a niños con autismo, déficit de atención con hiperactividad, problemas de desarrollo, Síndrome de Down, X Frágil y otros trastornos concretos.

De esta forma, la clínica universitaria pondrá en marcha a partir de octubre este tratamiento en el que participarán alrededor de cuarenta niños de Elche y también de otros municipios de la provincia. La UMH, a través de su centro asistencial, busca transferir a la sociedad los últimos avances en el campo de la evaluación y el tratamiento psicológico.

«La estimulación multisensoria es un recurso pionero en la ciudad. Hay estudios internacionales que han demostrado la mejoría sobre los niños que asisten a esta terapia y que han respaldado su eficacia», explicó Elena Carratalá, coordinadora de la unidad de Desarrollo Infantil, de la clínica universitaria.

Con ello, uno de los atractivos que ofrece este sistema es que los niños interactúan en una sala formada por siete espacios diferentes, que les ayudan a la motivación y a la relajación.

«Se busca obtener mejoras a nivel atencional, el autocontrol de los niños más impulsivos, potenciar la memoria, etc.», apuntó Carratalá.

Así, los sentidos se convierten en los principales protagonistas en un entorno formado de diferentes estímulos percibidos a través de la luz, sonidos, olores, gusto y tacto.

En este sentido, los niños interactúan en la sala, sin ser prácticamente conscientes de que están trabajando para conseguir una mejora en su desarrollo.

Así, como si de un juego se tratara, los pequeños realizan un circuito por una columna de luz con burbujas, espejos, colores para potenciar la estimulación visual. También accederán a una «cortina de lluvia seca», para sentir a través de la piel diferentes sensaciones.

El programa cuenta, además, con un panel reactor del sonido, un espacio de aromas y una caja de sabores y texturas, con el fin de trabajar el resto de sentidos.

El equilibrio y la percepción de los límites corporales también forman parte de la técnica.