Menos obstáculos en la ladera del río. Los aficionados a uno de los lugares de entrenamiento más de moda en Elche se encontraron ayer con una sorpresa, después de haber sufrido en los últimos días el mal estado del paraje natural.

Los hoyos que se extendían a lo largo y ancho de los márgenes del Vinalopó y que habían provocado más de una torcedura de tobillo por fin desaparecieron.

Ayer, las brigadas municipales dedicaron toda una mañana a dar pequeños cuidados a este espacio tan transitado.

Las máquinas bajaron hasta la ladera a primera hora para depositar arena en las zonas más afectadas.

Después, los operarios se dedicaron a compactar la tierra para cubrir los baches y allanar todo el terreno.

Desde el Ayuntamiento, explicaron que la actuación realizada fue exclusivamente de mantenimiento ante los daños que ocasionaron las lluvias caídas en la ciudad a principios de septiembre.

Y es que, en las últimas semanas, los deportistas se habían encontrado con varios puntos conflictivos que desataron las quejas y el malestar ante el abandono del paraje natural.

De hecho, las precipitaciones provocaron la aparición de zonas embarradas, así como el incremento de piedras en mitad de los caminos.

No obstante, los corredores y vecinos que frecuentan la ladera también criticaron los abundantes escombros encontrados en la zona céntrica que dificultan en algunos casos el paso de los deportistas. También denunciaron los desprendimientos y abundantes matorrales secos en las proximidades del puente Bilmil·lenari.