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Una ladera de obstáculos

Los baches, los socavones y la suciedad en los márgenes del río Vinalopó desatan las quejas de los corredores y vecinos que cada día frecuentan el paraje

Una zona llena de piedras como consecuencia de los desprendimientos y otra área con socavones y grietas. sergio ferrández

Es un paraje emblemático para la ciudad de Elche, y ahora más que nunca un lugar para el entrenamiento de miles de corredores o de los populares «runners», también para los vecinos que salen a andar, a pasear al perro, a montar en bicicleta o simplemente a disfrutar de la naturaleza.

Sin embargo la ladera del río Vinalopó, transitada a diario por los ilicitanos, también esconde algunos puntos conflictivos para practicar deporte. Aunque la zona se ha visto mejorada en los últimos años con la instalación de luminarias, la construcción de pasarelas o el montaje de vallas en algunos tramos, los deportistas han de lidiar con ciertas «trampas» que obstaculizan el recorrido, convertido en una carrera de obstáculos.

En este sentido, el exceso de piedras en zonas cercanas al puente Bilmil·lenari, los socavones en el suelo, las raíces de los árboles que han salido a la superficie o el exceso de matorrales han puesto en jaque a los corredores en los últimos días.

De hecho, colectivos de «runners» han denunciado sufrir torceduras de tobillo por estos estorbos que encuentran en su camino.

Además, unos metros más lejos, bajo el mercado provisional, durante esta semana era posible «chocarse» con extensos charcos y, como consecuencia, con el suelo embarrado. Con ello, los malos olores se extendían por la zona al final de la tarde, lo que ha desatado el malestar de parte de los usuarios.

Tras dejar atrás el «tufillo» y avanzar hacia el puente de Barrachina también es posible encontrarse con más y más piedras en los laterales del recorrido o con desperdicios en la ladera. Más cerca del centro, otra de las estampas que ha elevado las quejas vecinales es la aparición de pequeños de escombros, sobre todo, de restos de ladrillos en otra de las pendientes del río Vinalopó.

Así, con luces y sombras, el paraje natural más concurrido de Elche en los últimos años, sobre todo tras la fiebre del «running» espera una mayor atención municipal y más cuidados para seguir siendo un referente en la ciudad.

Sobre el terreno, el tripartito ya anunció su intención de reactivar el proyecto del «Valle trenzado», una autopista peatonal para unir las dos partes del municipio que va más allá de una iniciativa arquitectónica y también pretende ser naturalista.

En esta línea, el Ayuntamiento también mostró el deseo de acometer la rehabilitación y regeneración paisajística en la ladera del Vinalopó.

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