El término municipal de Elche contará a partir de la próxima semana y durante los meses de septiembre y octubre con trampas de ovoposición (denominadas «ovitraps») para intentar determinar si el mosquito tigre tiene focos en la localidad. La intención es conocer «la expansión» de esta especie en el municipio, dado que según los técnicos de la empresa concesionaria del control de plagas en Elche (la mercantil «CTL») existen constancia de presencia de este insecto en La Marina desde 2012. en concreto, la Concejalía de Sanidad anunció ayer que «se va a realizar durante los meses de septiembre y octubre un estudio para detectar posibles focos de mosquito tigre en el municipio, en los meses en que el insecto registra una mayor actividad».

Con esas trampas se pretende obtener información actualizada, ya que según los especialistas de CTL «la presencia del mosquito tigre está documentada en el término municipal desde el año 2012», cuando un estudio realizado por la citada mercantil y el Departamento de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Universidad de Zaragoza detectó focos en la pedanía de La Marina. Sanidad añade que «en España se tiene constancia de la presencia de ese insecto, que procede del sudeste asiático, desde el año 2004».

Según sostienen desde la Concejalía que dirige Cristina Martínez, en su medio autóctono el mosquito aprovecha para poner sus huevos los agujeros de los árboles que después de las lluvias puedan retener agua. Sin embargo en Europa, se ha adaptado a la puesta en recipientes de pequeño tamaño con agua estancada y vive principalmente en zonas urbanas, caracterizándose principalmente porque vuela bajo y pica sobre todo de día.

La edil de Sanidad aseguró ayer que «el control del mosquito tigre es complicado porque los principales focos de cría larvaria, que son maceteros, cubos, pequeñas piscinas o neumáticos, no se encuentran en lugares públicos sino de titularidad privada por lo que la empresa CTL no puede actuar para controlarlos».

A este respecto, explicó que en la vía pública los lugares susceptibles para convertirse en foco del mosquito tigre suelen ser imbornales donde se dan las condiciones de temperatura, humedad, oscuridad y presencia de materia orgánica requeridas para su cría. Por ello, la empresa concesionaria del control de plagas en la ciudad realiza «tratamientos periódicos» en esos espacios «con el fin de frenar la proliferación de mosquitos en estos focos».

Domicilios

«El 90% de los focos de mosquito tigre se encuentra en domicilios particulares por lo que los ciudadanos jugamos un importante papel para evitar la proliferación del insecto», señaló Cristina Martínez.

Asimismo, defendió la necesidad de «revisar periódicamente nuestros hogares y concienciar a las persona de nuestro entorno para que hagan lo mismo», porque «si revisamos y controlamos nuestro entorno, en poco tiempo se reducirá drásticamente la presencia de mosquitos».

La edil añadió que «el mosquito tigre es capaz de criar en casi cualquier acumulación de agua que permanezca más de cinco días estancada, por muy minúscula que parezca, por ello es importante evitar esas acumulaciones de agua o intentar hacerlas inaccesibles para el mosquito, mediante por ejemplo telas mosquiteras», concluyó.