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Las cabañuelas anuncian lluvias

El agricultor Pascual Román, que mide el tiempo con la técnica ancestral, augura agua en primavera

Imagen de una calle de la ciudad inundada por las lluvias de septiembre del pasado año. ANTONIO AMORÓS

Las cabañuelas son una técnica ancestral que servía a los agricultores de antaño para predecir los días de lluvia y calcular así las cosechas. Actualmente, a pesar de contar con sistemas más fiables para averiguar la meteorología, como el satélite Meteosat, todavía existe algún agricultor que usa este antiguo método para conservar la tradición y predecir la lluvia con una herramienta que ha sido transmitida de generación en generación.

Este es el caso de Pascual Román, un agricultor del Camp d'Elx que lleva más de 60 años mirando al cielo con la ayuda de la técnica que un día cuando era un niño le enseñó su abuelo.

Este tradicional sistema consiste en la recogida del tiempo que se produce durante los primeros 24 días del mes de agosto. Para ello, Pascual Román se encarga de observar el cielo, además de las mareas, las nubes y los vientos.

De este modo, las previsiones del día uno se corresponderán con el mes de agosto, el dos con septiembre y así hasta llegar al día doce que se asocia al mes de julio. A partir de ese momento, el proceso se repite pero de manera inversa, ya que el día 13 vuelve a ser julio hasta finalizar el día 24, que vuelve a ser agosto.

Es en la segunda vuelta cuando se confirma que tiempo hará en cada mes, para ello han de coincidir las previsiones recogidas en un mes de la primera tanda y verificar que se repita la misma tendencia en el mismo mes de la segunda fase del experimento. Si coincidan los datos, en ese mes se darán esas condiciones climatológicas, tal y como apuntan los expertos en el asunto.

Para esta ocasión, Pascual Román asegura que «será un año más lluvioso que el anterior» y señala que predominarán los días nubosos ya que «en agosto se han dado una gran cantidad de días en los que han predominado los cielos grises.

Por tanto, los meses de marzo, abril y mayo serán unas fechas donde los ilicitanos tendrán que sacar sus paraguas, mientras que los meses que restan para que acabe el año serán un tanto secos, mientras que febrero, según Pascual Román, será el mes más frío del próximo año 2016.

A pesar de medir las predicciones por meses, Pascual Román comentó las variaciones que pueden existir en sus previsiones en función del día en el que entre la luna. «Las predicciones las ajustamos a los meses, pero si la entrada de la luna se retrasa, la previsión se corre en el tiempo y ocupa también una parte del mes siguiente», explica el agricultor.

Por otro lado, las previsiones apuntan a que será éste un buen año de cara a la recogida de la granada mollar, que se produce durantes los meses de septiembre y octubre, ya que según Román, hay posibilidad de que se produzcan algunas lluvias débiles en los primeras semanas de septiembre que beneficiarían al fruto de granados.

Si las previsiones de Pascual Román son correctas, el año 2016 vendrá cargado de agua para las estación primaveral.

Por último, el agricultor señaló la importancia de conservar las tradiciones culturales para poder transmitirlas a los más jóvenes, aunque es consciente de la dificultad de continuar con dicho método hoy día con la llegada de las nuevas tecnologías, que propician que las herramientas artesanas caigan en el olvido.

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