Las 50.000 palmeras que son taladas en el término municipal por año desde 2013 ha provocado la alarma entre los investigadores y expertos del sector medioambiental, que han mostrado la necesidad de controlar la plaga del picudo rojo para reducir el crecimiento exponencial que se está produciendo en los últimos años, según los datos ofrecidos por la empresa Tragsa.
Por un lado, el investigador Michel Ferry de la Estación Phoenix, que fue desmantelada en 2011 y trasladada a otro municipio, mostró su preocupación por el continuo crecimiento de palmeras taladas en el término municipal de Elche, pero aseguró que era algo previsible, ya que según el experto, durante la anterior legislatura del Partido Popular no había transparencia respecto a temas de este tipo.
Además, Michel Ferry destacó la necesidad de que exista una cooperación entre los actores implicados en la lucha del picudo para así poder entre todos avanzar en la detección del insecto. «Nunca ha existido una coordinación entre los grupos que se de dedican al cultivo de palmeras y a su tratamiento y ello ha derivado en una situación que con el paso de los años se convierte en alarmante», comentó el experto de la Estación Phoenix.
Para este experto, que los datos salgan a la luz supone una buena noticia y señala la buena voluntad que existe en el nuevo equipo de gobierno para tratar el tema de una manera más global y participativa, ya que Michel Ferry piensa que «la organización es un tema tan importante como las técnicas y tratamientos a utilizar a la hora de combatir el picudo».
En esa línea se pronunciaba el investigador del Departamento de Agroquímica y Medio Ambiente de la Universidad Miguel Hernández José Navarro Pedreño, que mostraba su sorpresa ante la cantidad de palmeras taladas en el municipio y señalaba la necesidad de confeccionar un plan de trabajo colectivo con el fin de evitar que la plaga se convierta en un problema endémico. «Se debe intensificar el control de las plagas en el Camp d'Elx porque, probablemente, gran parte de las palmeras taladas por año en el municipio provienen de muchos viveros de la zona», sostiene Navarro Pedreño.
Por otra parte, Michel Ferry también atribuía ese aumento de la trituración de ejemplares a los viveros donde, según el experto, suelen concentrarse focos de plagas de picudo al estar las palmeras muy juntas unas de otras.
Por último, los investigadores coinciden en la necesidad de una mayor implicación de todos los grupos derivados del sector para encontrar el camino correcto en la lucha contra la plaga del insecto.
«Lo correcto sería usar una base de datos donde poder observar los lugares más afectados y focalizar los sistemas de prevención en los ejemplares de esos huertos», sentenció el investigador de la Estación Phoenix Michel Ferry.
La Concejalía de Parques y Jardines tiene sobre la mesa un problema que con los años toma un color más oscuro. El Ayuntamiento se encuentra inmerso en la confección de un plan de emergencia para acabar con la plaga del picudo y reducir de esta manera el crecimiento exponencial que se viene produciendo en los últimos cinco años y medio donde se han talado en el municipio más de 160.000 ejemplares de palmeras.
