El alcalde de Elche, Carlos González, ha escrito formalmente al secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste Castillejo, y al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para que hagan todos los trámites posibles para trasladar a España a Raúl Gil Molina, un ilicitano que se encuentra preso en la cárcel La Joya, en Panamá, y en huelga de hambre por las condiciones infrahumanas en las que vive. El regidor relata en su correspondencia que, por las noticias que tiene la corporación, el reo se encuentra en «condiciones sanitarias, higiénicas y de hacinamiento muy deficientes» y que por ello ha iniciado una huelga de hambre junto con otros presos. Ante esta situación, y dándose la circunstancia de que reúne los requisitos para ser trasladado a España, Carlos González sostiene en su misiva que se ha reunido con familiares del preso que están «muy preocupados» por las malas condiciones en las que se encuentra y, por lo tanto, requiere que se realicen las gestiones oportunas.

Documentación

Familiares de Raúl Gil sostienen que en las últimas semanas ha habido algún movimiento en su documentación y se ha logrado que se firmara un trámite imprescindible que ahora llegará a la mesa del ministro panameño para que tome una decisión. Ante la incertidumbre de cuánto pueden demorarse los trámites, la hermana del preso sostiene que «rezo para que la Navidad la pase en España» y concreta que ha cumplido un tercio de su condena por tráfico de drogas, que fue de 120 meses y quedó en 80 porque se declaró culpable y arrepentido.

Raúl lleva dos años y dos meses preso en Panamá sin poder recibir visitas y en este tiempo ha sufrido la picadura de una araña que le causó una importante infección de la que no fue atendido hasta dos semanas después, sin que ni siquiera se le suministrara el tratamiento médico completo, sostiene su familia. De ahí que sus allegados estén tratando de hacerle llegar comida y medicinas al interior de la cárcel, pues la prisión no le proporciona alimentos desde que inició la huelga de hambre (más allá de los que pueda comprar con el dinero que le envían, del que le retienen un porcentaje).

Su hermana, que habla con él todos los días, sostiene que quedan 16 españoles en su misma situación y que el traslado de alguno de ellos está en trámite. Sin embargo, temen que a él lo trasladen de un pabellón de extranjeros a otro mixto y que en él empeore su situación. Por ello, solicitan el apoyo de las instituciones para conseguir que termine de cumplir su pena en España.