El Hospital General de Elche ha perdido uno de los servicios vitales para atender a los pacientes infartados en agosto. El centro hospitalario se ha quedado sin la unidad de Hemodinámica por segundo verano, ante la falta de personal.
Esta carencia sanitaria, que ha llegado junto con otras en la temporada estival, implica que una parte de la población ilicitana que sufra un ataque al corazón tenga que ser desplazado hasta el Hospital General de Alicante, donde sí cuentan con este servicio operativo, las 24 horas del día los 365 días del año.
Sin embargo, ante la ausencia de la unidad para asistir este tipo de urgencias en el Hospital General, los pacientes que pertenecen al departamento de Salud de este centro han de ser traslado más de 20 kilómetros con el riesgo de que la obstrucción cardíaca pueda agravarse con el paso de los minutos.
Y es que, según señalan los expertos, el intervalo de tiempo que transcurre desde que el paciente con infarto agudo de miocardio entra en un hospital hasta que recibe tratamiento resulta fundamental para su supervivencia y no debería ser superior a 90 minutos.
Asimismo, el hecho de que el servicio esté inoperativo durante agosto deja bajo mínimos a la localidad ilicitana al tener que hacer uso de una ambulancia SAMU para trasladar al paciente hasta Alicante.
Frente a ello, el Hospital del Vinalopó comparte su unidad para atender a pacientes infartados con el Hospital de Torrevieja desde las 8 hasta las 22 horas. Mientras que el Hospital General cuenta con el hemodinamista hasta las 15 horas cuando el servicio está operativo.
De esta manera, la concejal de Sanidad, Cristina Martínez, ha denunciado «la falta de coordinación entre los dos hospitales para compartir un servicio y evitar que una parte de la población de Elche se vea obligada a desplazarse hasta Alicante».
Asimismo, la edil del área sugirió que «los dos centros hospitalarios sean complementarios para evitar este tipo de situaciones. Es necesario que exista un hemodinamista para los dos hospitales las 24 horas del día».
En este sentido, el equipo de gobierno ya ha reiterado en diferentes ocasiones las desigualdades motivadas por los diferentes modelos de gestión sanitaria de la ciudad. Las diferencias en la atención entre un hospital público y otro de gestión privado está en el punto de mira del Ayuntamiento por la desigual atención del médico en atención primaria o por el especialista; el tiempo de espera para ser intervenido quirúrgicamente; la realización de pruebas, las comodidades en las habitaciones, etc.
