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A Pie de Calle

Elche se va a la playa

El fin de las fiestas desemboca en el éxodo de los ilicitanos y el cierre de algunos comercios

Tras las fiestas de agosto la ciudad se paraliza y por la calle apenas se ven transeúntes. antonio amorós

La segunda quincena de agosto es la época que reconcilia a los ilicitanos con las playas. La estampida de ciudadanos hacia la costa y a lugares de vacaciones deja Elche casi vacío, convirtiéndolo en un dulce desierto para los vecinos que durante estos días no han podido descansar bien por las Fiestas de Agosto.

Son días en los que se puede apreciar el cierre de comercios y servicios hosteleros del municipio. Ayer quedó demostrada la gran afluencia de ilicitanos que acudieron a pasar el domingo a la playa, a pesar del mal tiempo que encapotó el cielo durante prácticamente todo el día. Ayer los ciudadanos aprovecharon el final de las fiestas para desplazarse a la costa, algunos de forma puntual, y otros en unas vacaciones que se alargarán hasta las próximas semanas.

Si bien la clausura de los locales comerciales supone un descanso para muchos hosteleros y empresarios, los pocos que abren intentan aprovechar la ausencia de la competencia con el fin de recoger los máximos beneficios. Pero el éxodo de los vecinos hacia la costa y las zonas vacacionales supone, a la vez, un riesgo para los locales que deciden apostar por no cerrar durante la segunda quincena de agosto. La falta de clientes que frecuenten la ciudad deja, en muchas ocasiones, los locales vacíos, lo que significa también un aumento en los gastos sin ningún beneficio para contrarrestarlos. La ausencia de clientes también se hace notar en el ocio más nocturno: Locales y pubs que hace apenas unos días quedaban completamente abarrotados ahora han visto disminuido el número de jóvenes que los frecuentan. Las terrazas retratan esta misma situación desde las calles, mostrándose vacías y otras directamente recogidas hasta la llegada de los próximos clientes.

Una opción que lleva realizándose algunos años, es la apertura por la mañana y el cierre por la tarde en comercios, como estancos o tiendas, que buscan asegurar algún beneficio más durante lo que queda de verano. A pesar de que algunos de estos locales han decidido apostar por seguir abriendo, durante estos días es muy sencillo encontrar carteles de «cerrado por vacaciones».

Elche respira, y no sólo en cuanto a muchedumbre se refiere, sino también al asfixiante bochorno que se incrementaba con la cantidad de gente ha acudido a cualquier acto festero. Ya no hay tantos coches, ni tanta música. Entre eso solo queda el eco de las calles solitarias que dejarán descansar por unos días la ciudad.

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