Es la semana grande de todo un pueblo y uno de los motores económicos claves para la economía de la ciudad. Elche se ha crecido este año más si cabe con las fiestas patronales a nivel participativo. Con esta percepción, el Ayuntamiento ha hecho un balance positivo de la asistencia de ilicitanos y visitantes a todos los actos, pese al elevado calor que ha azotado la zona. Y es que, más de 10.000 festeros de los distintos colectivos locales han elevado el ritmo de los días más señalados en el calendario.
«Hemos comprobado que ha habido una asistencia masiva de los ilicitanos a todas las actividades. Pero también se ha detectado un repunte muy notable tanto del turismo nacional, que se había estancado, como del internacional», confesó el alcalde, Carlos González.
Una sensación, que aunque todavía no cuenta con datos contabilizados, también ha sido compartida entre los bares y restaurantes, que han hecho «el agosto» con las fiestas patronales.
«Hemos recibido la aprobación de los vecinos, la gente nos ha parado por la calle y nos ha dicho "muy bien" y esto no siempre se produce, por lo que es muy significativo».
El nuevo ejecutivo local, que ha pasado la prueba de fuego de organizar unas fiestas nada más aterrizar en el Consistorio, ha destacado la alta implicación del equipo de gobierno en las actividades, así como «el trabajo serio y riguroso» de los concejales, según destacó el primer edil de la corporación municipal.
Pese a haber respetado el programa festero de los años anteriores, el Ayuntamiento ilicitano ha introducido pequeños cambios organizativos, como la eliminción de las zonas vip destinadas a las autoridades para vivir de manera privilegiada los festejos. «Este tipo de espacios genera privilegios y hemos decidido compartir las fiestas a pie de calle con los vecinos», resaltó González.
Mejoras en mente
Con estos resultados y tras acabar de dejar atrás una semana muy intensa, el equipo de gobierno tiene ya claro cuáles son los retos más inmediatos para el próximo año. Potenciar la Nit de l'Albà es uno de los primeros propósitos que, el concejal de Fiestas, Pepe Pérez, destaca.
«Intentaremos hacerla todavía más espléndida de lo que es actualmente», comentó el edil del área.
Pero, entre los grandes cambios que ya hay encima de la mesa se encuentra también la posibilidad de cambiar el escenario de las mascletàs. «Hemos hablado con los pirotécnicos para buscar un lugar idóneo, que sirva para facilitar la visión de este espectáculo pirotécnico. Siempre nos ha preocupado su ublicación porque el MAHE puede sufrir algún daño, debido a la potencia de la explosión», apuntó Pérez. De esta forma, la opción de que la actividad se traslade al Paseo de la Estación, como años atrás no se descarta.
Junto a ello, el Consistorio valorará un nuevo lugar para el disparo de las carretillas, con el objetivo de mejorar lo que hay ahora.
«Previamente antes de tomar cualquier tipo de decisión, entablaremos un diálogo con los agentes implicados para llegar a un acuerdo que sea acorde con los intereses de todos», incidió Pérez.
Con ello, a partir del 1 de septiembre, la concejalía de Fiestas volverá a ponerse manos a la obra para trabajar en la programación con la finalidad de que las actividades estén cerradas el 31 de mayo.
Urgencias
Por otra parte, una de las grandes novedades que han estado presente en las fiestas patronales para atender las urgencias ha sido la implantación de la sala de coordinación de emergencias, en las noches del 13 y del 14 de agosto.
Esta medida, puesta en marcha desde la concejalía dirigida por Cristina Martínez, ha permitido mejorar la respuesta de todos los colectivos dedicados a velar por la seguridad de la ciudad y ha ayudado evitar las duplicidades que ocurrían.
Asimismo, las condiciones de seguridad en la plaza del Congreso Eucarístico se han visto mejoradas respecto a las ediciones anteriores, así como las medidas de seguridad previas y durante las mascletàs.
