En la noche del martes al miércoles, después del desfile de Charanga, los servicios sanitarios tuvieron que atender veinte intoxicaciones etílicas, la mayoría de ellas de menores de edad, mientras que en años anteriores la cifra de atendidos, aún siendo alta, estaba en torno a media docena. Las ambulancias ubicadas ante la barraca municipal (que abre a medianoche) se encuentran en ciertos momentos en una situación tan desbordada que incluso se plantea la necesidad, especialmente para la noche de la Roà, de instalar un hospital de campaña con presencia de personal médico. Dya y Cruz Roja se encargan de la atención en el lugar y del traslado a los centros hospitalarios con una decena de ambulancias ubicadas en la plaza de los Corales.

No fueron esos, sin embargo, los únicos incidentes de ayer. Instantes antes de las 23 horas, en el inicio de la Charanga, la Policía Nacional y la Policía Local tuvieron que intervenir en una riña tumultuaria que se había producido entre dos grupos de participantes en el desfile. Ocho personas de entre 18 y 24 años fueron identificadas por los agentes (en algunos casos bajo los efectos del alcohol) y varias interpusieron denuncia en la Comisaría, mientras que cuatro fueron trasladadas a centros sanitarios. En concreto, un chico de 19 años fue trasladado al Hospital del Vinalopó con una contusión en un pómulo y una brecha en la frente, mientras que una chica de 18 años fue trasladada al Hospital General de Elche con un golpe en la nariz. Otros dos, una chica de 18 y un chico de 19, fueron atendidos en el Punto de Atención Sanitaria (PAS) de El Toscar con un ataque de ansiedad y un mordisco en la espalda respectivamente.

No sólo las noches resultan activas para los servicios de emergencias, sino que también el intenso calor, la humedad y las aglomeraciones en las mascletás están teniendo sus efectos: Al menos tres personas fueron atendidas ayer por lipotimias, otra el martes y una más el lunes en el Paseo de la Estación.