El Misteri d'Elx vuelve hoy al corazón de la ciudad y de los ilicitanos. Al primero de los ensayos generales, largamente esperados y que llegan, una vez más, en medio de un gran expectación, tanto por parte de neófitos como experimentados en la materia, se podrá asistir esta noche a partir de las 22.30 en la basílica de Santa María.

En este nuevo ciclo de agosto, habrá novedades y sorpresas que se irán descubriendo conforme avancen los días. El ojo (y el oído) experto notará los cambios, los matices, el intercambio de papeles entre cantores y también entre los propios escolanos y advertirá detalles y alteraciones que sólo es posible reconocer con el paso de los años y tras haber asistido a muchas sesiones.

Precisamente, el Misteri, aunque parezca inamovible, también es evolución. Es mejora constantemente: desde la predisposición y la concentración de los cantores y escolanos, hasta la organización, pasando por la seguridad en las alturas, la indumentaria o el esmero de los que trabajan sin ser vistos por el público bajo el Cadafal o arriba en el Cielo.

«Cada vez sale mejor. Tenemos una obligación y es que cada día salga un pelín mejor», relata el Mestre de Capella, José Antonio Román, quien insiste en que aunque se haya trabajado durante mucho tiempo en los ensayos, casi cualquier cosa puede ocurrir porque no es algo que se grabe.

«Hay cierta tensión y, aunque está todo preparado, uno no sabe qué puede pasar, porque es en directo. Existe esa inquietud, aunque lo hayamos practicado mil veces», explica Román.

Las escenificaciones (de pago desde hoy y hasta el jueves, y de acceso libre los días grandes del 14 y 15 de agosto, cuando tiene lugar la representación completa en dos partes del drama asuncionista, con las puertas y ventanas de la basílica abiertas de par en par) sorprenden a los nuevos y traen recuerdos a los veteranos.

Las altas temperaturas que se registran en el interior de la basílica hacen que al término de las representaciones incluso se sienta el cuerpo algo destemplado y el alma también algo alterada.

El potente órgano, la majestuosidad de los aparatos aéreos, el énfasis en la Judiada, las voces angelicales de los niños, la coherencia de los cantores o el oropel cayendo desde lo alto permiten comprobar, a modo de pequeños ejemplos, por qué el Misteri d'Elx se ganó el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad.

Precisamente, una de sus voces, que ya no pudo intervenir en las pasadas representaciones de agosto y que se apagó para siempre el pasado mes de diciembre, está estos días de nuevo en la mente de toda la familia de La Festa. El carismático Francisco García Linares no sólo formó parte del Ternari, sino que fue un gran Santo Tomás. «Lo echamos de menos. Era tan especial, tan emblemático», rememoraba ayer el Mestre de Capella.

En lo que concierne a su responsabilidad, Román avanzó algunas novedades, como por ejemplo que un sacerdote nuevo, Miquel Cano, se estrenará en la Coronación de hoy en el papel de Padre Eterno.

También el papel de San Juan será desempeñado por cuatro personas distintas: Antonio Orts, José Manuel Guinot, Juan José Hernández y Javier Piñol. Y en Santo Tomás también habrá rotaciones

El responsable de la Escolanía, Javier Gonzálvez, también da por seguro que los niños van a agradar y mucho de lo bien que van a defender sus papeles. En total intervendrán durante estos días 38 niños, de los que prácticamente se estrenan 12 pequeños, en papeles más secundarios.

Este año el Misteri cuenta con tres Marías, dos Ángeles y dos nuevos integrantes en el Araceli y la Coronación, que también irán participando de forma alterna según los días.

Por otra parte, también cabe destacar la participación de Salvador López, que va a cumplir 15 años, todavía no ha cambiado la voz y que se despide ahora antes de que eso ocurra.

Todo listo por tanto para volver a acoger desde hoy en el corazón toda la inmensidad del Misteri d'Elx.