El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Elche, pero sobre todo la Asociación de Carretilleros y Tradiciones de Elche, hicieron oficial ayer algo que se venía avanzando desde hace unos días. A partir de ya quieren que Elche deje de estar ligada a la conocida como «guerra de carretillas» y que en su lugar se identifique a la ciudad en todo caso con lo que se ha optado por denominar la «carretillà».

Cansados por el hecho de que se asocie a Elche, en los medios de comunicación, con el número de heridos quemados durante la noche a causa del lanzamiento de carretillas, y de las imágenes en televisión de evacuados de la zona acotada o llegando al hospital en ambulancias, la junta directiva de dicha asociación ha decidido introducir un nuevo nombre para denominar a una de las tradiciones que poco a poco se han ido sosegando en los últimos años.

«Nos olvidamos ya de guerras, tiene connotaciones bélicas y hay un rechazo. En la junta directiva acordamos que era mucho más bonito», justifica así el presidente de la asociación, Jaime Sánchez, el cambio de nombre.

Pero además de esta principal novedad, la «carretillà», como oficialmente ha pasado a denominarse, traerá este año otras muchas.

Así por ejemplo, se repartirán trozos de sandía entre los espectadores que tras la Nit de l'Albà, del 13 al 14 de agosto, se acerquen hasta el aparcamiento de Filet de Fora para disfrutar de estos lanzamientos de carretillas, que estarán comprendidos entre la 1 y las 3 horas de la madrugada.

Asimismo, los participantes cederán algunas de sus carretillas para que, cada cierto tiempo y tras detener momentáneamente los lanzamientos, se prenda fuego a las llamadas «montonàs», para hacer más vistoso el evento.

Jaime Sánchez calcula que al menos habrán 200 docenas de carretillas en las «montonàs» que se van a prender y que previamente se avisará de forma acústica.

«Nuestro objetivo es que haya cero heridos», refirió Sánchez, quien aseguró que en la zona acotada el pasado año ya se cumplió y que se quiere que así siga siendo.

La seguridad es primordial para esta asociación y para el Ayuntamiento y por este motivo no se dejará pasar a nadie que no haya realizado el correspondiente cursillo técnico ni vaya con la indumentaria adecuada.

Precisamente, Jaime Sánchez aseguró que el pasado año hubo 93 participantes en la zona acotada y que este año esperan llegar a los 115 ó 120, ya que otras 35 personas se han sacado el correspondiente curso.

Otra novedad será el hecho de que habrá apostado en las inmediaciones un furgón, con un vigilante jurado, que servirá de almacén provisional para que los carretilleros no tengan que llevar encima gran cantidad de artículos con pólvora.