Elche cayó ayer bajo el dominio morisco de la mano de Moros Tuareg que ofreció una magnífica Entrada mora.

El desfile inundó las calles de la ciudad de la esencia tuareg. Las costumbres, la cultura, la historia y los ritos de este pueblo nómada en el que la mujer tiene un papel determinante en una estructura matriarcal. Así, en la primera parte del boato, el público asistió a la representación de la vida en los oasis donde las esposas permanecen en los campamentos con los hijos y esperan el regreso de sus maridos. Un Consejo de mujeres es el encargado de impartir justicia a través de la figura de la Tárguia. Esta parte culminó con, precisamente, la Tárguia, cargo representado por Manoli Martínez, la mujer del capitán moro, en una carroza.

Tras ella, los hombres nómadas del desierto y sus oficios como el cuidado de la ganadería y la dureza de atravesar el Téneré para llegar a las salinas de Bilma. Y todo, escoltado por los jóvenes guerreros «Ileyan». A continuación, el estrato social más elevado, donde solo los nobles, el clérigo y los musulmanes pueden vestir de negro.

Ellos precedieron a la entrada triunfal del capitán moro, Diego Maciá, quien desfiló, acompañado en todo momento por la escuadra especial «Mastegaors», en una carroza que representaba el «Templo de Arena de D'jenne». Desde ahí, el capitán contempló sus nuevos dominios -la ciudad de Elche que acaba de conquistar- y saludó a sus nuevos vasallos.

Todo el boato estuvo aderezado por grupos de baile (incluso un grupo de niños de una comparsa deleitó al numeroso público congregado en las calles con una coreografía), palanquines (carrozas de baja altura), bandas de música, jaimas, cruces tuaregs o camellos.

Tras los festeros tuaregs desfilaron el resto de comparsas del bando de la media luna: Benimerines, Abbasies, Moros Sarracenos, Musulmanes Almorávides y las Huestes del Califa.

Austeridad

A pesar de no ser un boato «rico ni lujoso», sino más bien «austero» como señalaron desde la comparsa, los Tuaregs ofrecieron al pueblo de Elche todo un espectáculo de sonido y color en el que participaron más de 600 festeros y con el que esta joven comparsa (sólo tiene seis años de vida) se estrena con su primera capitanía.

Y para ser fiel a esa austeridad, según destacaron desde la comparsa, muchos de los elementos que ayer se exhibieron en la entrada mora, como cruces o palanquines, los confeccionaron los propios festeros.

La Entrada mora puso anoche el punto y final a los desfiles de los Moros y Cristianos de Elche 2015.