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Noches para soplar antes de conducir

Juventud repartirá un millar de alcoholímetros de un solo uso a través de un grupo de teatro entre los jóvenes después de la Charanga y en la Roà

El usuario debe soplar en una bolsa e introducir un tubo con una sustancia que reacciona con el alcohol. sergio ferrández

«¿Cómo se puede reducir la presencia de alcohol en aire espirado para superar una prueba de alcoholemia? Dándose una carrera para sudar, comiendo chicle, o no se puede». Responder correctamente a esa respuesta en las noches del martes y el viernes en la «performance» que organiza el área de Juventud tiene premio: Un alcoholímetro de un solo uso para comprobar, antes de coger el coche, si el conductor está en condiciones de ponerse al volante. La iniciativa consiste en repartir entre los jóvenes un millar de estos alcoholímetros en las dos noches en que más alcohol se consume en la fiestas ilicitanas: Después de la Charanga, el martes (a partir de las 23 horas en la plaza Eres de Santa Llúcia, hasta la dos de la madrugada) y la Roà, el viernes (de una a cinco de la mañana, de forma itinerante por el centro), y se llevará a cabo con el grupo de teatro Gingko Biloba.

Sus cuatro componentes ya han puesto en escena en otras ocasiones esta «performance» en la que asumen el papel de entrevistador, técnico de sonido o cámara para un ficticio programa de televisión. Con un carro cargado con megafonía a modo de unidad móvil, una cámara con la que graban las escenas y un micrófono, se dedican a hacer preguntas a los jóvenes sobre el consumo de drogas y específicamente sobre los riesgos asociados a la conducción bajo sus efectos, tal y como explican Miriam Villalobos y Pablo Tortosa, dos de los integrantes del grupo de teatro.

Así, con un formato lúdico que se introduce en los momentos de ocio de los jóvenes, se pretende hacerles reflexionar, conseguir que se lo piensen antes de coger el coche e informarles, porque a veces la desinformación es palmaria. La concejala de Juventud, Teresa Maciá, explica que la actividad está integrada en la subvención que el Ayuntamiento de Elche recibe en el marco del Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD), que asciende a 242.000 euros e incluye un amplio programa de iniciativas con el lema «Sustos los justos». La técnico de Juventud Konsuelo Albentosa concreta que se trata de una acción de reducción de riesgo, una de las tres patas de la prevención, y lamenta que se ha detectado que en el desfile de la Charanga se da el caldo de cultivo para uno de los días en los que más alcohol se consume. Colaboran en el programa también la Universidad Miguel Hernández y la Gestora de Festejos Populares de Elche.

Los participantes descubren o confirman así que el límite de alcohol es de 0,25 mg/l de aire espirado y de 0,25 para los noveles, que por encima de 0,70 se comete un delito, o que las multas van de los seiscientos euros hacia arriba, cuántos puntos se pierden del carné... Así se genera el entorno en el que desmitificar también algunas leyendas urbanas, porque... por cierto... la respuesta correcta a la primera pregunta es «no se puede». ¿Quedaba claro, no?

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