Cinco desfibriladores se han instalado en las playas de Elche para actuar con la máxima rapidez en caso de parada cardiorrespiratoria de alguno de los bañistas o visitantes.

En concreto, estos aparatos se han colocado en las playas de Arenales, El Altet, Carabassí, La Marina y El Rebollo, según informó ayer la concejala de Sanidad, Cristina Martínez.

Para ello se ha llevado a cabo un proceso de formación en el que han participado los socorristas de estas cinco playas, las cuales han vuelto este año a conseguir el distintivo de bandera azul. Asimismo se han colocado los correspondientes carteles anunciadores junto a los puestos de socorro.

Los desfibriladores están preparados para atender al afectado antes de que transcurran los primeros minutos tras la parada cardíaca, y así aumentar las probabilidades de éxito de la reanimación.

Según datos de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo, en España se estima que cada año se producen más de 30.000 paradas cardíacas, lo que equivale a una media de un paro cardíaco cada 20 minutos y supone cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico.

Más del 85 % de las muertes súbitas son de origen cardiaco y el 90% de ellas se produce en entornos extrahospitalarios.

El anuncio de que las playas de Elche contarían con estos aparatos electrónicos sanitarios que diagnostican y tratan la parada cardiorrespiratoria ya se realizó el pasado mes de marzo.

Elche no es la primera localidad en contar con estos dispositivos sanitarios (Alicante o Benidorm cuentan con ellos, entre otros), aunque tampoco son demasiadas las localidades con playa que disponen de ellos.