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Prisión por leer el WhatsApp de su «ex»

Un joven de 21 años acepta un año por descubrimiento y revelación de secretos al arrebatarle el móvil a su expareja por celos y consultar sus conversaciones privadas - En cambio sólo cumplirá 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad por un empujón

Prisión por leer el WhatsApp de su «ex»

Entrometerse en los secretos de los demás tiene un precio, y alto. Lo sabe bien un joven de 21 años que ha aceptado una condena de un año de prisión por un delito de descubrimiento y revelación de secretos por quitarle el móvil a su exnovia y leer sus conversaciones privadas de «WhatsApp» con otras personas.

El chico reconoció los hechos en un juicio celebrado el martes en Elche y con ello logró que la pena que inicialmente pedía para él el fiscal, de dos años de prisión, se viera reducida a «sólo» uno. Con todo, no entrará en prisión porque no tiene antecedentes y se le suspenderá el cumplimiento de la condena. Paralelamente también se le ha impuesto una multa de doce meses a razón de dos euros al día.

Se da la circunstancia de que en el mismo juicio el joven reconoció también haber zarandeado y haberle dado un violento empujón a la que hasta poco antes era su pareja, lo que se ha considerado un delito de maltrato y que le comporta, sin embargo, una pena mucho menor: En concreto, cumplirá 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad, mientras que inicialmente se le solicitaban nueve meses de prisión (accesoriamente también se le impone un periodo de un año y un día de privación para la tenencia y porte de armas y de prohibición de aproximación a la víctima).

Los hechos que reconoció el joven ocurrieron el pasado día 18 de junio. La pareja, que llevaba un año y medio de relación, había roto hacía dos semanas. Ambos estaban en la calle e iniciaron una discusión a causa de los celos del chico, que en un momento dado zarandeó y propinó un empujón a la chica para hacerse con su móvil y salir huyendo del lugar en su bicicleta. Se dirigió entonces a la zona deportiva de la Universidad Miguel Hernández y allí se dedicó a ir leyendo una por una distintas conversaciones de su expareja con otro chicos. Acto seguido la llamó y comenzó a recriminarle que le hubiera sido infiel. La joven, por su parte, había llamado a la Policía Local y los agentes localizaron al acusado con las «manos en la masa», es decir, con el móvil de ella que le fue intervenido en ese momento.

Urgente

Por esos hechos se incoaron diligencias urgentes en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer y el Ministerio Público solicitó en su escrito de acusación que fuera condenado a un total de dos años y nueve meses de prisión por los dos delitos, uno de maltrato hacia una mujer con la que había tenido una relación de pareja y otro de descubrimiento y revelación de secretos.

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