La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha mostrado su malestar ante el hecho de que algunos mandos intermedios de la agrupación de Tráfico estén obligando a los guardias motoristas a continuar circulando en sus vehículos en plena ola de calor en la provincia y en otros puntos de España, cuando en la instrucción el general jefe de la Agrupación de Tráfico indica que deberían hacerlo en coches cuando las temperatura sean superiores a 36 grados centígrados. La AEGC sostiene que algunos de estos mandos están «más preocupados por las estadísticas que por la salud de sus subordinados» al forzar a los guardias a seguir trabajando en motocicleta cuando se han rebasado los 40 grados en la provincia en los últimos días y ponen también el ejemplo de que los controles de verificación de alcoholemia, drogas o documentación se realicen a horas centrales del día y a pleno sol.

En un comunicado, la AEGC recuerda que «hace unos meses nos preguntábamos si nuestras vidas eran una prioridad para el Ministerio de Interior, ya que dotó a todos los agentes del Cuerpo Nacional de Policía de chalecos antibalas mientras que en la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil no se dispone de chalecos». Ahora, sostienen, «la situación se ha visto agravada en estos días de alerta por ola de calor que está atravesando España», algo que ha desembocado en la asistencia hospitalaria a un motorista por «presíncope» por altas temperaturas y a otro con síntomas de golpe de calor al que su jefe habría ordenado que se trasladara a las dependencias oficiales de su destacamento en motocicleta. Esos casos, de Madrid y Salamanca, son ejemplos que llevan a la AEGC a exigir «un trato humano para los guardias civiles, una mayor preocupación por todas las irregularidades en la prevención de riesgos laborales dentro de la Guardia Civil y a evitar poner en riesgo innecesariamente la salud de los guardias civiles», por lo que pondrán los hechos en conocimiento del general jefe correspondiente.