Algunas caras de asombro y medias sonrisas en la bancada de la oposición se pudieron observar ayer en el primer pleno ordinario del nuevo mandato, presidido por el tripartito PSOE, Compromís e Ilicitanos por Elche, cuando los dos concejales de este último partido votaron en contra (fueron los únicos) de una propuesta emanada del propio gobierno: retribuciones e indemnizaciones de los concejales.
La edil Cristina Martínez demostró que, pese a pertenecer ahora al nuevo gobierno, no va a transigir con aquello que no le guste y, le pese a quien le pese, va a seguir dando su opinión y tomar las decisiones en consecuencia.
«Les recuerdo a mis socios del equipo de gobierno que quedó bien claro y aprobado por todas las partes que, por ejemplo, los alcaldes pedáneos serían elegidos democráticamente y estamos trabajando en ello. Quedó asumido y aceptado que era necesario una emergencia democrática y estamos trabajando en ello. Pero también quedó perfectamente claro que en cuanto a la adjudicación de exclusividades, se asignaban una a cada grupo político. ¿Se acuerdan de ello? Hasta el momento presente no entiendo, no entendemos, ese cambio de postura, ese reparto nuevo y diferente. Es que chirría por donde lo quieras coger», declaró ayer Martínez en el punto 8 del orden del día.
Su grupo votó en contra de que el PP tenga dos concejales con dedicación exclusiva -que serán Vicente Granero y Erica Sánchez, mientras que la hermana de Mercedes Alonso, Esther Alonso, será la funcionaria de empleo del grupo municipal del PP-, Ciudadanos una dedicación y media -David Caballero y Juan Antonio Sempere, respectivamente-, y el Partido de Elche, una -Jesús Pareja-.
«Sería deseable que cuando tres grupos políticos se ponen de acuerdo en una serie de puntos para dar un aire nuevo, diferente y tan necesitado a esta ciudad y a este Ayuntamiento, que no se modificasen a la primera de cambio», añadió la edil, quien ya dio un aviso en el punto anterior cuanto su partido, junto con el PP, también se abstuvo en las retribuciones del personal eventual o de confianza.
La concejala, como ya avanzó días atrás, es partidaria de que el personal de confianza sea escogido de la actual plantilla municipal y no de fuera de la casa, para así ahorrar en las arcas municipales.
El alcalde, Carlos González, y la líder de Compromís, Mireia Mollà, socios de gobierno de Cristina, mostraron al término del pleno su discrepancia con la opinión de Martínez, pero al tiempo mostraron su comprensión por defender esta postura en este «gobierno plural».
Mientras, el tono de respeto y buenos modos caracterizó a este primer pleno, en contraposición con muchos de los anteriores, en el que, en líneas generales, se aprobó la nueva organización del Consistorio.
Entre otras cosas, el PP advirtió al equipo de gobierno que iba a aprobar por error que las comisiones de pleno estuvieran integradas por 12 personas y no por 11, como así debía ser y se subsanó; y también criticó que la reordenación y creación de diez áreas respondía más bien a «una verdadera desorganización» y al deseo de contentar a los integrantes del tripartito, que a buscar el beneficio de los propios ilicitanos. El PSOE defendió que era una distribución racional y eficiente.
