19 de mayo de 2016. Ésa es la fecha fijada para el juicio contra Adrián Vaíllo, un joven que en las elecciones generales de 2011 se negó a ser vocal en una mesa electoral y, lejos de ocultarse, ha decidido todo este tiempo reivindicar el derecho a no ser obligado por el Estado a tomar parte en este tipo de actos.

El pasado jueves se celebró en la Ciudad de la Justicia de Elche un acto de conciliación, en el que la defensa del joven rechazó la propuesta de acuerdo. Mientras, a las puertas, un grupo de personas se concentraron para mostrar su apoyo al objetor electoral.

La Fiscalía solicitó en un principio 8 meses de multa a razón de 10 euros por día, con lo que suponía abonar cerca de 2.400 euros de sanción. Sin embargo, en el acto de conciliación del jueves, la nueva propuesta del fiscal reducía la multa a 6 meses a razón de 3 euros al día, es decir, unos 540 eros en total, o bien 3 meses de prisión, en la que no entraría al carecer de antecedentes penales, según siempre el propio Vaíllo. Esa pena de prisión quedaría en suspensión durante dos años. Si en ese periodo Vaíllo fuera condenado por algún delito, la suspensión se levantaría.

El joven considera que el actual sistema político «no es democrático. La política se hace entre iguales y en el parlamentarismo eso no existe porque una minoría decide por una mayoría».

Adrián Vaíllo, quien opina que la democracia «es incompatible con el capitalismo porque genera desigualdades», justifica que este tipo de reflexiones propias le llevaron a pensar que no tenía que colaborar con el «sistema», pero tampoco ocultarse. «Escuché a mi conciencia que me dictaba que no debía ir y que tampoco debía buscar trampas sino mostrar mi posición», añade.