Un testigo ha señalado que la negativa de acceso al Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) para un concierto a un joven con una discapacidad física del 84% que le obliga a ir en una cama articulada fue del vicepresidente de la Diputación, Juan Bautista Roselló, por motivos de seguridad.

El demandante, Alfredo Sánchez Sansano, de 29 años y natural de Crevillent, asistió ayer, en dicha cama, a la segunda y última sesión del juicio celebrado en la Ciudad de la Justicia de Elche, según informa Efe. El joven fue desplazado en una furgoneta adaptada ya que sufre una distrofia muscular que le obliga a desplazarse en una cama mecánica que, además, lleva una máquina respiratoria.

Solicita 30.000 euros por daños morales después de que se le prohibiera la entrada a la ópera «Oh my son» del compositor crevillentino, Marcos Galvany, pese a que había sido especialmente invitado por éste para el concierto en el ADDA.

En esta segunda sesión -la primera tuvo lugar el 28 de enero y declaró la presidenta de la Diputación y del ADDA, Luisa Pastor- declaró el compositor a través de videoconferencia ya que se encontraba en Washington. El juez dejó ayer el caso visto para sentencia tras el alegato de las partes.